Acérquense, damas y caballeros, acérquense a este humilde bardo, para escuchar una nueva historia, acérquense para escuchar cómo me uní a un grupo, cuanto menos, peculiar...

Sesión VI:

Nos hallamos a bordo de la Aguja de Plata, mientras nos dirigimos al Mar Escarlata. Neesa se acerca al hiraneano Kaito, al que pide que le done parte de su poder arcano sin hacer preguntas, petición curiosa teniendo en cuenta que el hada asegura no fiarse del shugenja, al menos por ahora. Aun así Kaito acepta, y se lleva a cabo el ritual de Neesa, ayudados también por Naltiria, un intrincado conjuro repleto de fuegos de artificio, voces susurrantes y espectaculares efectos, para revelar conocimientos perdidos. Se trata de “Urpilar” de nuevo, la misteriosa bruja de tiempos pretéritos. Se revela que en realidad, hubo más de una de estas brujas que moraban en las tierras que hoy se conocen como Allionas, y los intereses de los colonos chocaban con los de estas brujas que se negaban a abandonar su hogar ancestral. Los Caballeros de Airul tienen varios encontronazos y acusan siempre a esa “Urpilar” de perpetrar todos los crímenes y faltas que las brujas cometen… De manera poco convincente, pues en algunos sitios se dice que está muerta, se la documenta en varios lugares a la vez… Carne de leyenda, vive Barenna. Llegan a la conclusión de que los artefactos como el bastón, si bien siempre son poderosos, sólo desatan su poder total en manos de su dueño original.

Alix sigue sin estar convencido del plan - pero esperen, ¿tenemos realmente un plan? - para interactuar con los piratas escarlatas una vez lleguemos a encontrarnos con ellos. Tiene la idea el muchacho de intentar convertir dichos piratas en Corsarios al servicio del Reino de Ihstandria, directamente dependientes de Konju, Aunque la ocurrencia no es mala, en general la idea del grupo es no involucrarnos más con la reina de atolón, para no caer en un bucle del que no podamos salir,. ¿O quizá ya hemos entrado en esa espiral aceptando la misión de la reina al término de esta? Sólo los dioses saben, esperemos que Rezhias no se cruce en nuestro camino...

¿Qué hacer con ellos, entonces? ¿Tratar de engañarles, haciéndonos pasar por hiraneanos? ¿Seguir con nuestro plan de ofrecer recompensas por cada barco oriental hundido? ¿Involucrar quizá, a la Dulce Miel? Todas las ideas tienen pros y contras, y tras mucho hablar… pocas conclusiones, finalmente. Tenar conversa con la Capitana, quien le recuerda que Konju es más peligrosa que los piratas, sí, pero no debemos infravalorar a los marinos, que son perros sin honor ni palabra, y juegan en casa. Tras todo esto… seguimos con el plan, o sin él, según se mire.

Neesa tiene una conversación privada con Kaito, donde se ve claramente la diferencia cultural de Hiranae con occidente. Su punto de vista de la vida, el honor y las lealtades, es muy diferente al del hada, a pesar de que sospecho que ambos son buenas personas y tienen convicciones morales similares. No obstante, Kaito vive por y para el dragón, y Neesa, a pesar de amar con todo su corazón a su pueblo, no profesa ese sentido del deber para con su gente tan profundo, al punto de que Kaito asegura que su vida pertenece al Emperador, y se la quitaría sin dudarlo un instante si así lo ordenase Hanzamon II.

Para calentar motores respecto al combate naval, un convoy de 6 naves hiraneanas aparece en el horizonte, en curso de interceptación. Está claro que hay que prepararse para un eventual abordaje, mientras nuestra “aguerrida” escolta drow hace mutis. Del primer movimiento brusco de la nave, unos cuantos miembros del grupo salimos volando precipitándonos al mar embravecido. Por suerte, conseguimos mantenernos a flote, y tras la cruenta escaramuza, en la que la capitana con gran audacia, logra esquivar las embestidas hiraneanas, mientras engancha una de las naves con sus arpones y balistas. Con esta enganchada, rodea otra de las naves y tras unas excelentes y arriesgadas maniobras, ha dejado dos galeras enemigas encadenadas entre sí, ¡hurra!

Es momento de aprovechar el espacio creado, y Sharteen ordena a sus hombres abordar la tercera embarcación. Mientras esto sucede, la escolta drow reaparece, aprovechando la ventaja que nos ha dado la pericia de la capitana, para asaltar y destruir la cuarta nave enemiga. Las dos naves encadenadas consiguen liberarse, pero es demasiado tarde; nuestras embarcaciones ya se han replegado tras encargarse de las otras dos naves, y se preparan para abordar las dos restantes. Nuestros aliados drows no desaprovechan la oportunidad de comenzar a engrosar su provisión de esclavos con los hiraneanos capturados, cosa que a Alix no parece gustarle en absoluto, de manera que se planta ante uno de los elfos oscuros. La cosa está tensa, y cuando parece irremediable que se llegue a las manos, la que llega es Sharteen, que impone su autoridad y obliga a nuestra escolta a no tomar prisioneros. Bueno, se priva a los drows de una de sus actividades preferidas, la esclavitud… y entonces pasan a deleitarse en la otra, voto a Idhaal, ya que se ponen a ejecutar a los prisioneros de las maneras más crueles y despiadadas que vuestras mercedes se puedan imaginar. El mar se tiñe de rojo sangre, y mientras los que caímos al agua somos izados a bordo de La Aguja, los cadáveres de los hiraneanos caen por la borda en un dantesco espectáculo que los tiburones agradecen. Sharteen parece satisfecha; la capitana asegura que la muerte es mejor destino que una vida de esclavitud en la infraoscuridad, cosa de la que el grupo toma nota… Voto a Barenna.

Hay pocas bajas que lamentar en nuestro bando, y la situación se ha resuelto favorablemente. ¿A qué nuevas aventuras nos conducirá la buena Alunne?

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