La Leyenda de los Shadow Reapers


Segun la leyenda ...al cabo de cierto tiempo cuando las dos lunas se ven reflejadas en el agua del lago del bosque deTyrsail como una sola, como si volviera a estar unida y Dragoon nunca hubiera estado alli.... cuando ese dia llega algo sombrío ocurre, unas extrañas criaturas surgen del bosque ...nadie sabe su origen ni lo que quieren...pero solo causan dolor, gritos y sufrimiento en los pueblos cercanos al bosque....su gente asustada decide irse de estos pueblos cuando sus adivinos avecinan su llegada....al cabo del tiempo cuando regresan asustadas a sus casas encuentran el rastro de destrucción pero ninguna pista de que o quien a podido causar tal cosa.

Un dia llegó al pueblo un caballero, portando una armadura negra y montado en un caballo que demostraba la nobleza de aquel caballero... las personas asustadizas al ver tal valentía en el rostro de aquella figura, le contaron la historia... los habitantes de Tyrsail llamaban a aquellas criaturas los Shadow Reapers (segadores sombrios)... Las causas que llevó a aquel caballero a preocuparse por aquel pueblo nadie lo sabe....desapareció al cabo de unos dias...dicen que viajó durante largo tiempo....en busca de hombres con el valor suficiente para poder enfrentarse a aquella amenaza...

Regresó al cabo de unos años, su rostro no había cambiado, con el le seguían varios hombres, aunque de rostros menos frío si parecían poseer la misma valentía que aquel hombre. Nunca hablaban con los habitantes del pueblo y siempre se mantenían al margén de cualquier disputa esperando que aquel día llegara. Y ese día terminó llegando..... los adivinos presagiaron de nuevo su venida, las criaturas surgieron de nuevo ..las nuevas de otros pueblos arrasados llegaron a nuestros oidos y todo se dispuso para el enfrentamiento...la sombra y la noche se cernia....el silencio inhundaba el pueblo, pero los gritos aterradores y fantasmagóricos de aquellas criaturas se hacian resonar cada vez mas cerca. El tiempo parecía haberse detenido, esta vez los aldeanos habían decidido quedarse y enfrentarse...


Aquel caballero parecia impasible.. sin temor alguno y sin ningun cambio en su frio rostro como si careciera de sentimientos....El resonar de un cuerno retumbó en el ambiente, la niebla se cernía sobre los hombres como si acompañara un mal presagio, las extrañas criaturas ya se comenzaban a divisar... hombres mutilados... con gestos de un gran dolor y grandes ojos rojos llenos de furia se avalanzaban sobre aquellas gentes....pero de repente se detuvieron...


Aquel caballero habia avanzado unos pasos en su montura que aun mantenía su brillante colo negro en al noche. La elegante figura caminaba hacia ellos, como si quisiera retarlos y tan solo puediera derrotarlos con una simple mirada. Todos los hombres que le acompañaron al pueblo permanecían en la retarguardia, su expresión no había cambiado y la gentes les pedía energicamente que ayudaran al caballero.... pero ellos siguieron sin hablar como siempre lo habían hecho...

Con la mirada a aquellas bestias, y entre las súplicas de los aldeanos un grito ensordecedor proveniente del caballero resonó en su interior....las criaturas atónitas comenzaron a correr asustadizas sin rumbo... hasta que terminaron alejandose....nadie sabe el por qué... y nadie se atrevió a preguntarle al caballero como lo había conseguido....algunos dicen que la voz de una mujer surgió de su interior tan dulce y dolorosa al mismo tiempo....pero eso ya es otra historia....

A partir de ese momento a aquellos hombres les llamaron los Shadow Reapers, porque dicen que la esencia de aquellas bestias permanece ahora en su interior....

Historia de Paco el Estaliano


En la caluroza ehtepa der zú de Magrita, vivía una familia humirde, pero llena d'honó y trabahaora. Mi padre, Manolo, ze ganaba la vida honradamente trabahando como un cabrón pa dannos de comé a mi madre y a mi, aunque conmigo ziempre hubo poblemas porque comía como una lima, y la verdá que no ganaban pa tanto loh pobresilloh. Er cazo éh que mi madre, que éh de grande como un tonéh de buen vino de Birbali, ziempre m corría a ohtia cuando ze puteaba por argo, y ziempre me cohía la mu hodía porq lo de corré nunca fue lo mío, que zoy vago hahta pa librarme de una habarda. Pa ezo ehtan lo atleta atleticoh ezoh, que lo mío éh ma bien vagueá. Pero en er fondo era una buena perzona, y tambié ganaba unoh cuartoh como podía. Y azín fue la mi niñé, llena d'ambre y mizeria, pero zin mayore poblemas. Llegao a la mayoría d'edá, desidí marsharme a buhcarme la vía, porq la verdá que ehtaba hodía la situasió. Azín que viendo que ze m daba bien ezo de lah armah, cohí y me marshé pa Remas, que éh una puta mierda de siudá donde ze reunen loh mayoreh hihos de puta de toa la puta Tierra. Pero de aquella no lo zabia yo entavía, azín que me alihté en el ejérsito mersenario ehte de Tilea, q pagaban de puta madre. Tra 17 año dando er cayo como un cabrón, lo hiho de puta (entonse zi zabia ya que lo eran) por fin m ahcienden, los mamonaso de ello, a zarhento. La verdá que en cuanto a dinero y luho no me podia quehá: Do comida ar día, un zaco de lana pa dormí, y ropa limpia cada doh meze, to un luho, vaya. La verdá que la mala zuerte m perzeguía: Tra zolo un día pazándomelo bomba po podé mandá a lo hihoh d puta q tenia po compañero, m emborrasho pa selebrarlo y ¡Ale! m lío a hohtia con todoh. Me degradan asto zeguío, lo muy mamoneh, y me meten par trullo una zemana. Pero ¡ja! de un ehtaliano no ze ríe nigún tileano hiho de puta. Me ehcape der puto trullo, q la serradura era má mala q que cagá de pie, paresía q la habían esho par diario d argún maricón d ezoh bretoniano q zon toh máh homozezuale que un erfo con taconeh. Azin q viendo q Bretonia no m convensía como zitio, y que lo máh pobable era que m fueran a buhcar a Ehtalia, po cohí y me piré par Imperio ehte imperiá, y ar llegá ehtuve un par de zemana de viahe, y me piré par Norte. ¿Por qué? po la verdá que no lo zé, zeguramente pa ehtar máh leho de loh puto tileano d mierda, q como vea a uno lo meto d colleha hahta q lo mande pa Remas pa q se hoda, q alli ehta to la ehcoria. Tenian q ir pa allá to lo puto moroh invazore d mi tierra, y to lo tileano mangante, é desí, toítos, y prenderle fuego a la siudá q no meresía otra coza to la calaña eza. Ahora llevo uno meze aquín en Middenheim, donde ehtoy viviendo en el hohtal de la Mamy, una harfing que cosina d muerte, y que la he enzeñao yo a hashé fabas y paella como hasía mi madre. Ole! que arte. Trabaho de portero en una tabenna mu modenna d ehta q hasen uno coztele de arcohó q te puede morir zi te dehcuida. Ademá he conosío una hente mu maha y no vamoh por ahín d'aventura y tó d vé en cuando. Bueno, ehta eh mi hihtoria. O ha guztao? Si no, po os hodeis, a mi que cohone me importa zi o guhta o no.

La guardia nocturna


La noche era tranquila, y sólo el aullar del viento y el crepitar de la hoguera rompían el silencio espectral que reinaba en el bosque. Sean y Thredd contemplaban como las llamas devoraban sin piedad los últimos restos de madera en la fogata. Acurrucados y envueltos en mantas, hacía ya un rato que no hablaban, ya que el cansancio de la guardia hacía mella en ellos. El fuego era aliado y enemigo; su calor era imprescidible en el crudo invierno de Kornic, pero podía atraer Orcos o cualquier clase de ratero, o quien sabe que bestias forestales. Sean oyó algo. Una ramita partida tal vez. Lentamente se levantó, dejó caer su manta al suelo y llevó su mano derecha a la empuñadura de su magnífica espada élfica. Hizo un gesto a Thredd, indicándole que se preparara. El hechicero humano se levantó, posó cuidadosamente su manta en el suelo, y, una vez erguido, puso las manos en forma de cuenco, y pequeñas llamas naranjas y azules empezaron a formarse. Tras unos segundos de tensión acumulada, y unos instantes de quietud repentina, unos Orcos, tal vez cinco, saltaron de los matorrales abalanzándose contra Thredd, que salió despedido unos metros y cayó. Pero en su caída soltó una llamarada que envolvió en fuego a su agresor, que comenzó a gritar presa del pánico. La hoja mágica del Elfo se había encargado ya de tres hediondos Orcos. De una de las tiendas, semidesnudo, surgió Cirion, un Rohîr, alto, rubio y corpulento, blandiendo su espada. Con un grito de guerra, y con esa guisa (apenas unos harapos le cubrían) no dio tiempo a reaccionar al penúltimo de los Orcos. Sólo quedaba uno. Retrocedió, gruñó. Observó a Sean, un Elfo Silvano renegado de su raza, que evitaba hacer uso del arco y siempre buscaba el combate cuerpo a cuerpo. Observó a Cirion, que desprovisto de su habitual cota de mallas, dejaba ver sus poderosos músculos en tensión, aferrando su espada con fuerza y delicadeza al mismo tiempo. Observó a Thredd, que yacía en el suelo, inmóvil; y observó también a Agnes, una bella mujer humana, que apenas salió de su tienda, comenzó a conjurar un hechizo sanador sobre Thredd. Durante un fugaz instante, el ligero viento pareció arrastrar la escena a miles de kilómetros, y todos se quedaron inmóviles. Un gesto suave, casi imperceptible, del Elfo, alertó a Cirion de la finta que se disponía a realizar. Cada guerrero por un flanco del Orco, y una espada en el pecho y otra en el abdomen. La amenaza había terminado.
Sin tiempo apenas de que el inerte cuerpo de Orco cayera al suelo, todo el grupo corrió a comprobar el estado de Thredd. La voz de Blackie, el hobbit dormilón del grupo, se dejó oír con inequívocos signos de cansancio. - ¿Qué sucede? Preguntó mientras se frotaba perezosamente un ojo. La mirada de Sean fue aplastante. Sus alegres ojos grises se habían tornado en pozos de trsiteza. El hobbit comprendió, y con gesto triste, entró en la tienda, de la que salió poco después con un par de palas. Thredd, el mago, se había ido para siempre, y sólo la animista Agnes conocía ahora algún conjuro. ¿Sería eso suficiente para afrontar el resto del camino?
09-01-00 by AlecTm

Eleina



Todo en Eleina era luz. Sus mares y bosques expandían belleza a toda su esfera...
Cuentan las leyendas de los dragones más sabios que hace mucho, mucho tiempo, Eleina era un lugar en el que sólo vivian dragones en paz y armonía, y ajenos al resto del universo.

En un año desconocido, procedente de no se sabe donde, cayó en eleina un meteorito encantado y recubierto de hielo, a la vez que de vida y desconocimiento.
Miles de años pasaron hasta que el destino o tal vez la desgracia de un joven dragón llamado Mudbín, le hicieran tropezar con el fragmento de roca helada mientras buscaba valiosos trocitos de oro en el continente del este. Extrañado por encontrar una roca helada en una región tropical, viajó hasta los aposentos de los dragones más sabios con el fin de encontrar respuestas.

Años y años pasaron hasta descubrir lo que el fragmento contenía: vida. Una nueva raza exterior que no dudaron en desrrollar e investigar. Pocos años tardaron en descubrir su potencial. Se trataba de una pequeña raza de seres sabios e inteligentes con muchas ansias por explorar. Los dragones los llamaron Zoat.
Durante miles de años los Zoat se desarrollaron en armonía con los dragones. Su reproducción era lenta, casi como la de los propios dragones, pero sus aportaciones intelectuales fueron muy apreciadas por sus inmensos descubridores. Finalmente los dragones decidieron independizarlos y dejarlos viajar y descubrir todo Eleina, a la vez que los dragones más sabios se tomaban un pequeño descanso y comenzaba lo que se denomina su primer letargo. Aquí es donde termina la prehistoria de Eleina y comienza el año 0 de la Edad de la Luz.

Los Zoat exploraron sin descanso todos los recobecos del planeta, conociendo nuevas razas y bestias, e incluso seres inteligentes.
En el continente central hayaron una comunidad de seres racionales a los que llamaron Hukut, actuales humanos. Estos vivian en unas condiciones muy primitivas, pero los zoat llegaron a la conclusion de que podrían desarrollar un gran potencial.

Al sur del continente del oeste encontraron otra raza inteligente y más desarrollada que la anterior a la que llamaron Koki, enanos en la actualidad.
Durante años los Zoat comvivieron con hukuts y kokis ayudandoles en su desarrollo y en el caso de los kokis compartiendo cultura. Pero los Zoat continuaban con sus problemas de reproducción. Aunque son prácticamente inmortales en lonjevidad, decidieron crear una raza semejante a ellos pero de más fácil reproducción y que conservase sus ansias de exploración y sabiduría. Así crearon a los Eki conocidos en la actualidad como Elfos.

Los Zoat asentaron a los Eki en la región norte del continente oeste, y controlaron el contacto de estos con los Koki. En pocos milenios los Eki se expandieron por Eleina y exploraron todo lo explorable, conpartiendo informacion con hukuts y kokis. Pero halgo sucedió.

Todo el planeta tembló. Y el mal comenzó a expandirse por toda Eleina como un rumor entre la muchedumbre. Fue tal la repercusión, que hasta los dragones mayores despertaron, anonadados por la repercusión que habia llegado a causar el "fragmento divino".

Todas las civilizaciones inteligentes se movilizaron y crearon los hasta ahora innecesarios ejércitos, con el fin de contener a los Madki según los Zoat; un conjunto de endemoniados y malformados seres a los que los humanos llamaron Caos. Al mismo tiempo, los dragones movilizaron sus huestes, y los emperadores de cada familia se reunieron en el "Concilio de los Dragones" con la intención de solucionar el problema y repartirse las zonas que el resto de criaturas inteligentes de Eleina no ocupaban.


Varios de ellos se declararon neutrales e incluso uno de ellos, el emperador negro, se alejó del concilio, mostrando su apoyo al Caos.
Al mismo tiempo, los elfos del norte del continente oeste, ahora llamados Altos Elfos, intentaban controlar por la fuerza a los enanos con la excusa de defender su territorio de la entrada del Caos, provocando una enemistad de los enanos hacia ellos.

Tras 2.300 años de lucha, Elfos, Enanos, Humanos y Dragones relegaron y devilitaron al Caos hasta dejarlo encerrado en su continente; aunque nunca pudieron eliminarlos por completo.
Aqui comienza la Nueva Edad, nuestra edad actual.

Al comienzo de nuestra edad, los dragones mayores decidieron volver a su letargo, en una edad marcada por la expansión de la raza humana, la creación de los estados de la alianza y de la isla Neutra, con la intención de contener al Caos; y el intento de conquista por parte de las huestes del dragón rojo.

Ahora Eleina es un mundo poblado de seres que buscan tanto el mal, como el bien; y la esperanza de que algún día nuestro planeta vuelva a ser el planeta de la luz.
Suerte en vuestra vida, y que la luz de Taal os guíe.

Obi. Sacerdote celeste.

Tears of the sun...

"Amigo, canta mas alto, no kiero escuchar mis pensamientos, solo me traen tormentos...
Compañero, no dejes de hablar, que no kiero recordar...
Camarada, crees que algun dia los Dioses perdonaran nuestros pecados...
Hermano, no permitas que nuestra historia caiga en el olvido...
Ehy...Sabes lo mejor...
que no tendre que pensar como salir de aqui...
esta vez te toca a ti... "

Asi fueron sus ultimas palabras...



Siempre ahy momentos en los que ahy ke cantar muy alto, abrir bien los ojos y no pensar, no recordar...
No escuchar el sonido en nuestra mente de las armas al chocar, los gemidos de los heridos, los lamentos de los vencidos...
No rememorar imagentes de nuestros compañeros derrotados, de sangre brotando, de batallas malditas...
No pensar en nuestros pecados, en lo que los Dioses planean para nosotros, en lo que hemos sufrido, en lo que hemos perdido...
No recordar todo el dolor y el sufrimiento que hemos inflingido, en todo el mal que hemos causado y todo el que hemos evitado...

Aveces la Diosa del Olvido es nuestra ultima esperanza para continuar, para proseguir nuestras miserables vidas...

Algun dia llegara nuestro fin, y ese dia rendiremos cuentas... pero hasta ese dia, prefiero no recordar...


"Lineas extraidas del diario de un hombre perecido en "La Batalla del Baeronorme", rescatado de la destruccion por Yashiro Takegosu."


Mi Honor es mi vida...
Un Saludo...
GL To aLL!!!

Huida hacia la Eternidad


Athanae es muy extensa. Tan extensa, que crees poder esconderte de cualquier cosa. Del destino, de los dioses. Si tan sólo fueses capaz de encontrar un lugar tan alejado... Por eso te alejas hasta los confines del mundo, donde todo es seguro, confortable y pacífico. El bienestar que proporciona la brisa marina, esa sensación de haber huido del peligro. El lujo de poder sentir pena. Y quizá, por un momento, crees que has escapado.

Pero cuando todo parece haber terminado, te despiertas en este horrendo lugar, sin puertas ni ventanas. El olor a sangre seca, mezclado con el olor de la vejez y del tiempo, te hace desperezar de tu felicidad, el sentimiento de la desesperacion de una condena eterna, por seguir un camino o tan solo para proteger a alguien. ¿ Que es lo que me llevo hasta aqui ?, el ansia de conocimiento puede haberse apoderado de mi, y al final el hecho de que ni tan solo pueda saber el momento de mi muerte me aterra.

Venganza, tristeza, amistad, amor, odio, .... todos esos sentimientos son tan lejanos que no parecen que alguna vez hubieran estado en mi interior...Tan solo el reflejo de la mascara me hace recordar lo que algun dia he sido, lo que soy, y en lo que me puedo convertir. Esa es la unica luz visible de todo este lugar, de la esperanza de una salida, del saber que todo avanza ahi fuera, sin nosotros, sin mi.....

Somos lo que nuestros miedos, nuestros demonios interiores hacen de nosotros. Para seguir el camino que nos depara el destino, tenemos que vencer a esos demonios, sean familiares o desconocidos.

Del Maestro Alec a Xarux



Tus visitas al templo Jedi en Coruscant son relativamente frecuentes, y aunque nunca has tenido problemas para aterrizar y despegar en el templo, hoy es un poco diferente, porque por primera vez desde que viajas sólo, un maestro Jedi te recibe a ras de pista...


-Muy buenas tardes, amigo Xarux - dice el Maestro Alec, mientras hace una reverencia.
-Buenas, Maestro Alec -Contestas.
-Siempre es un placer verte por aquí, pero hoy mucho más - sonríe - porque has llegado en el mejor momento posible. Has de hacerme un enorme favor, tengo que viajar al sistema...
Un susurro apenas audible, y menos aun cuando se percata de que no estás sólo, interrumpe al maestro jedi.
-Xarux, creo que el ordenador vuelve a fallar - apenas podeis oir sus últimas palabras.

Una joven muchacha, de unos 17 años, bajita, embutida en un mono de trabajo lleno de grasa, y que sin duda pertenecía a alguien mucho más alto que ella, se ha quedado a media rampa de bajada en el Leviathan. Te mira entre asombrada y curiosa, ya que nunca antes ha visto un Jedi. Es su primera visita a Coruscant, y a pesar de que le has contado que no son tan gran cosa, ella se sigue sintiendo fascinada por la filosofía Jedi y sus leyendas.
Tiene el pelo largo, castaño y liso, mirada risueña y unos bonitos ojos marrón miel.

-Vaya, si traes compañía, amigo mon-calamari - exclama el jedi - No estaba al tanto de esto. Un placer señorita, mi nombre es Alec Hae-Shra - dice mientras la dirige una nueva reverencia - Todos los amigos de Xarux son bienvenidos aquí. Por favor, pasad, tomaremos algo tranquilamente y quizá Xarux me pueda explicar... - dice mientras te guiña un ojo y os hace señas para pasar.

La muchacha adquiere la tonalidad de un tomate maduro cuando el maestro Alec se dirige a ella, y no logra articular palabra. Después de un pequeño titubeo, la haces un gesto significativo con la cabeza, así que termina de bajar la rampa y te sigue con la cabeza gacha, mientras entrais al templo y la nave se cierra al mandato de tu control remoto.

-Así que la encontraste en el sistema Ylesia... pobrecilla. Y dime, ¿qué demonios hacías tú en el espacio Hutt?
-Eh... bueno, verá maestro, yo... ella... Usted ya sabe... Bueno... La nave... ¡Argh! ¡Qué demonios! Yo sólo trataba de buscarme algunos créditos extra mientras me volvían a contratar.
-Ya veo - el maestro Alec exhibe una sonrisa de oreja a oreja, en la que distingues quizá cierto... ¿beneplácito? - Pues no me parece la mejor manera de ganarse unos créditos entrar en un sitio tan peligroso, y menos aún cuando tu nave es especalmente reconocida, y no especialmente bien recordada, en esos planetas...
-¿Reconocida? ¿De qué habla? - Ellen ya se atreve a hablar, aunque sigue haciéndolo a un tono muy bajito.
-Oh, cosas del antiguo compañero de Xarux, querida -responde Alec sin apartar la sonrisa de su cara- digamos que no se llevaba bien ni con los Hutt, ni con los rhodianos.
-No me dijiste nada de eso- dice mientras te mira.
-Bueno... yo... Hover y sus problemas con el Cercenador ya no son cosa mía, ¡¡POR SU CULPA CASI PIERDO LA NAVE TRES VECES!! Pero la nave es mía... y no me voy a deshacer de ella.
-Por supuesto que no, Xarux. Sólo decía que me parece extraño que campes a tus anchas por el espacio Hutt. Parece que sabes más de lo que aparentas, ¿no es así, amigo mon-calamariano?
-Claro que sí - respondes como si la duda te ofendiese.
-Claro, claro. Eso me vendrá bien para la misión que te quería encargar. Pero de eso hablaremos más tarde. Sigue contándome más a cerca de cómo conociste a Ellen.
-Si claro, jefe.
-No es necesario que me llames jefe. Al menos de momento.
-Claro, jef... maestro Alec. Pues resulta que yo iba caminando por la calle, tan tranquilamente, y bueno, ya sabe, andar por esos planetas tu sólo es un poco peligroso... por eso yo iba con mis 6 sentidos a pleno rendimiento...
-¿Seis?
-Pues claro. Los mon-calamarianos tenemos además de los 5 normales, el sentido común siempre alerta.
-Muy sabio.
-Por supuesto. A lo que iba. Yo creo que fue precisamente el sentido común el que me advirtió de que algo no iba bien. Como si mi bolsillo pesara menos.

A estas alturas de conversación, el color rojo vuelve a subir a las mejillas de Ellen, que ya no sabe donde meterse. Antes de tomaros algo con el Maestro Alec, ella se ha duchado y limpiado, y aprovecha que lleva el pelo suelto para taparse la cara con él lo mejor que puede.

-Ya sabe, jef... Maestro, algo no iba bien, y mis sentidos calamarianos detectaban el peligro... ¡Hasta que me di cuenta de que me habían robado la cartera! ¡Mi preciosa cartera de piel de Kilfar importada de Tanaab! Me puse hecho una fiera, y vi una sombra que se alejaba por el callejón... La perseguí, y por suerte, se dirigía cerca de donde estaba aterrizado el leviathan. Así que cogí la moto y la pillé en menos que se tarda en decir estrella fugaz...
-Interesante. Sigue.
-Bueno, al principio la amenacé con matarla si no me devolvía la cartera - ahora el avergonzado eres tú- pero luego en seguida se me ablandó mi húmedo corazón. Mírela, maestro, es tan mona... incluso para ser humana, quiero decir.

El Jedi posa su mirada en la muchacha, que recupera de nuevo el aspecto de un tomate.

-Sin duda. ¿Así que la perdonaste la vida porque era guapa?
-Bueno, no exactamente. Ella, no sé. Tenía algo. Me dio buena espina. Y yo suelo fiarme de mis primeras impresiones. Así que la dije que si tenía hambre, la podía invitar a un bocadillo en mi nave. ¡Siempre que no fuera de calamares, claro! -exclamas ofendido.
-Es una pena que no hayas probado ese manjar. Tus primos están deliciosos. - el Maestro rompe en una carcajada, y finalmente reís los tres.
-Bueno pues eso. La hice un bocadillo y como ya era tarde, la permití quedarse a dormir. ¡Al principio pensé que sólo sería esa noche!
-Creo que ya empiezo a entenderlo todo. Continúa.
-El caso es que me desperté pronto a la mañana siguiente. Como su aspecto era bastante lamentable, decidií comprarle algunos detallitos en el centro comercial. Ya sabe, un par de camisetas y eso para que tirara los trapos con los que iba. Se los dejé en la habitación y fui a trabajar al ordenador de cubierta.
-Me hizo mucha ilusión la camiseta que ponía en grande "Sexy Devil" Era muy hortera, pero divertida - recuerda con una sonrisa Ellen.
-Si bueno, supongo que no tengo muy buen gusto para ropa humana.
-Quizá te falle el gusto por lo femenino en vez por lo humano, Xarux - ríe Alec.
-¡Bah! Paparruchas. Las calamarianas se me rifan allí en mi planeta...
-No lo dudo. Sigue.
-Bien, ahora viene la parte difícil... Bueno ella se levantó, me agradeció la ropa y desayunó. Yo tenía que marchar urgentemente a una reunión... de trabajo, ya sabe, porque por atender a Ellen no había podido ir la noche anterior... El caso es que al abrir la puerta, mientras nos despedíamos, me dispararon en un brazo... casi no me dio tiempo a cerrar la puerta de nuevo. El disparo me había dejado el brazo inútil. Y bueno, ellos... ya estaban corriendo hacia las suyas para usarlas como abrelatas con mi querido Leviathan...
-Interesantes trabajos. Sigue.
-El caso es que le pregunté a Ellen si sabía pilotar. Necesitaba salir de allí pitando, y ella era mi única esperanza...

Ponemos velo de blanco y negro, y hacemos un pequeño flashback...

-¿Sabes pilotar?
-Nunca he cogido algo tan... grande.
-Pues tienes que hacerlo hoy. Por favor... [Aún hoy no comprendes por que ella aceptó en lugar de salir corriendo. Ella tampoco]
-Bueno no sé... indicame qué tengo que hacer...
-Toca ese botón de ahí. ¡No! Ese no. El verde. ¡El otro verde! Eso. Bien. Ahora fija la secuencia de despegue.
-¿La qué?
-¡Aghh! [cada vez te dolía más el brazo] Dale ahí. Y ahí. Ese botón, muy bien. Mejor no nos molestamos en pedir permiso. Ahora acelera.

Volviendo al presente...

-Y eso es lo último que recuerdo.
-¿Cómo?
-Jeje. Me desmayé por el dolor. Desperté una semana más tarde en la cama de mi camarote. Mi herida estaba vendada y la nave estaba quieta. Estábamos en Mon-Calamari.
-Vaya, así que llevaste a Xarux a casa. ¡Increíble!
-Sí, eso pensé yo también.
-No se me ocurría dónde pedir ayuda, así que como era calamariano decidí poner rumbo allí...
-¿Sin ayuda? Es verdaderamente impresionante.
-Bueno, me leí el manual de la nave...
-¿Ese monstruo de 2500 páginas?
-Sólo las de fijar coordenadas.
-Jaja. Fantástico. Y... ¿Cómo dejaste atrás a vuestros perseguidores?
-Bueno un par de maniobras mientras leía, y un poco de ayuda de R2, y todo listo.
-Realmente me dejas perplejo, Ellen. A tu edad el maestro Jei-Kwan, que era nuestro mejor piloto, apenas si podía despegar una nave...
-Gracias. -Vuelve a bajar la mirada, llena de orgullo y avergonzada.
-No hay de qué. Es fantástica vuestra historia... Primero, salvas a una chiquilla de la calle, y después, ella te salva la vida... Eso debe unir mucho... -Ellen y tú os mirais y sonreís- Ya veo que sí. Y eto ocurrió hace...
-Errr casi un año- dices mientras intentas recordar.
-Vaya, no me había dado cuenta que había pasado tanto tiempo desde la última vez que viniste. Pero bueno, estarás deseando ver a tus compañeros... Xaharilyan y Xavier están de vuelta de su excursión. Pronto el consejo tiene previsto darles una nueva misión, y seguro que quieren contar contigo. Kalenda-Ar también anda por el templo. y Gareshi creo que regresará en unas semanas. Por supuesto estáis invitados a quedaros... Mañana hablaremos de mi misión, es sencilla, un pequeño viaje de ida y vuelta, asuntos personales. Por supuesto, viaje remunerado- Te guiña.
-Sin problema- respondes.
-Bien, pues si no me necesitáis, voy a preparar el equipaje. Ha sido un placer verte de nuevo, viejo amigo. Y un placer conocerte, Ellen. Que la Fuerza os acompañe. -Os dedica una última reverencia, y os deja sólos en el salón.
-Ven, voy a presentarte a Xaharilyan y a Xavier, seguro que se alegrarán de verme...
Ellen sonríe.
-¿Son guapos?

Historias del Ayer. Historias del Presente


Lo siento cada vez mas cerca, todo ocurre de nuevo, y todo volvera a empezar, o mas bien todo comenzará a derrumbarse hasta formar otro nuevo amanecer...

La pregunta es ¿cuando? o mas bien .... ¿quien lo provocará?.....de momento muchas coincidencias surgen a nuestro paso sin tan siquiera darnos cuenta de lo que ocurre, pero con esfuerzo y suficiente conocimiento se puede cambiar, todo se puede cambiar si posees la mas poderosa de todas las armas....y estoy seguro que lo conseguire, no hay duda, por un medio o otro me haré con ella.....

Tanto tiempo al servicio de sus ruegos, caprichos y demás antojos, solo algunos de ellos lo hacen por verdaera fé y pudieran merecer su salvación, aunque a la hora de la verdad no hay perdón, es algo que ni tan siquiera ellos podrían controlar...ya lo demostraron una vez y volverían a cometer el mismo error, siempre tan seguros de si mismos, que nunca se darán cuenta de sus defectos..... necios... que se burlan de su propia ignoracia..

Todos somos creaciones de los mismos Señores, los Señores del Todo y la Nada al mismo tiempo, permanecen en la sombra mientras otros hacen meritos de sus obras....los más sabios, y los únicos capaces de comprender el poder para manejar el destino a su voluntad, quién no daria algo por tan solo poder verles una vez por tan solo oirles hablar... tanto conocimiento escapa a mi entender....y yo estoy aqui intentando comprender su obra.... para algun dia llegar a su altura.....y ese dia llegará...........

Y aqui acabo este capitulo en algun lugar de esta tierras, puras de aspecto y siniestas en su interior....

Filosofía de un Jedi, por Jei Kwan




La Fuerza es un campo magnético, formado por... Eso es lo que te enseñan en la escuela del templo cuando eres niño. No has de menospreciarlo, pero la teoría sin praxis se cae por su peso.

La Fuerza anida en cada hombre, mujer o niño que te cruzas por la calle. En muchos casos duerme, o el ruido que hace no es suficiente para despertar a su poseedor. Otros simplemente ignoran el ruido. Tú la sientes, la dominas, la sometes a tu voluntad y Ella a la suya. Sois una misma cosa. La identidad carece de valor.

No debes pensar en el pasado, ni siquera en el futuro; El presente transcurre ahora y apenas dura el instante. Después es pasado y ya no debes tenerlo presente, pues caes en un error básico que se explica por si sólo. La Fuerza ya no está en el pasado, y aún no ha llegado al futuro. Quizá incluso tú no llegues a ese futuro que planeaste. Por eso debes centrate en el momento que vives, dejar de hacer suposiciones o teorías y basar tu acción en certezas. Ella te da pistas, te guía a tu destino, pero es sólo eso, un guía, no una prueba, no el camino. Es tu compañera en tu misión, y tú eres su aliado en el cumplimiento de Su voluntad.

Siéntela. En Ella están todas las respuestas, pero también todas las preguntas. En Ella estamos todos, los lejanos también. Por eso nunca debes decir adiós. Siempre estamos. Ella siempre ha estado. La continuidad de la Fuerza es su fortaleza. Ella nunca empezó, nunca acabará. Nunca ha dejado de estar y nunca lo hará. Es eterna. Y está contigo, compartís la existencia. Es contigo.

El legado del padre Hægar



Tomado del diario de un juglar desconocido


Conocí al Hermano Hægar hace ya unos años, y lo primero en que te fijabas era en su impresionante físico; Medía cerca de 2 metros y a simple vista se le podían calcular más de 150 Kg. de peso, en los cuales no había una gota de grasa. A pesar de pasar la cuarentena, el clérigo dedicaba su tiempo sólo a dos cosas: Entrenar y rezar. Se había autoimpuesto una rutina estricta y dura: Levantarse a las 5 de la mañana, correr una hora, rezar las maitines, practicar con el hacha una hora, desayunar, rezar, trabajar el campo del monasterio, entrenar con su hacha, comer, rezar, levantamiento de pesos, rezar, cenar, predicar por la ciudad, realizar una ligera sesión de estiramientos y acostarse antes de que el sol se escondiera, antes de las 10 de la noche.

Si bien puede encajar en un perfil normal de cualquier clérigo de guerra de Finallis, cualquiera que hubiera conocido al hermano Hægar unos años antes no habría podido ni sospechar la vida que había llevado.

Hægar nació en una familia humilde de Septennae, y apenas hubo cumplido la mayoría de edad, partió del hogar en busca de una vida mejor, junto a su hermano Hermann. Dado que ambos poseían un admirable físico, y que se complementaban bien en la lucha, nunca les faltó trabajo.

La vida del hermano Hægar dio muchos giros bruscos e inesperados: Uno se produjo una tarde gris de Mayo, cuando nuestro héroe contaba con 25 años. Se escapaba la lluvia, y el pelotón de mercenarios del ejército tyrsalita se disponía a entrar en combate para aplastar una nueva rebelión de esclavos en aquel país. Hægar y su hermano estaban en primera fila de combate, sonrientes y sedientos de sangre, pensando ya en cómo dilapidar sus pagas que aun no habían recibido.
La carga de la unidad de mercenarios fue devastadora, y aunque los esclavos lucharon con el fervor de quien no tiene nada que perder, sucumbieron ante la superioridad táctica de guerreros experimentados.
-Pan comido, ¿eh, Her?
Hermann esbozó una tímida sonrisa, y un hilillo de sangre brotó de sus labios. Dejó caer su escudo y espada, y Hægar lo tomó en sus brazos mientras se derrumbaba. Una flecha perdida, hecha de manera rústica con una rama retorcida, se alojaba en la garganta de Hermann, y al intentar decir sus últimas palabras, sólo logró que un borbotón de sangre salpicara a su hermano.

Hægar no disfrutó de aquella paga, que gastó íntegramente el hidromiel estano. No derramó una lágrima, pero permaneció en silencio durante 2 meses enteros.

El mercenario continuó alquilando su espada al mejor postor durante algunos años, y sus deambulares, mucho más inestables a causa del alcohol que nunca, dieron con sus huesos en una tribu bárbara del norte de Septennae. Quedó tan impresionado por su estilo de lucha, que Hægar abandonó su espada, se deshizo de su armadura, y adquirió la cultura bárbara, y su estilo de lucha. Se adaptaba perfectamente a él, mucho más agresivo y poco defensivo. Ya no tenía nada que perder, ¿para qué defenderse?

Durante los siguientes años, en los que fue perfeccionando su técnica con un enorme hacha, Hægar estuvo al borde de la muerte en muchas ocasiones y batallas, pero en otras tantas su fortaleza física le impidió abandonar nuestro mundo. Empezó a adquirir cierto renombre como mercenario eficiente y efectivo, aunque no siempre hizo honor a tal fama y no fueron pocas las veces que terminó huyendo de una contienda desequilibrada para salvar el pellejo. En esta época, Hægar se había convertido en un ser huraño, obsesionado con el alcohol, las concubinas, el dinero y la sangre. Solo deseaba ver amanecer un nuevo día para derrochar sus pagas en estos vicios.

Y así fue como el bárbaro mercenario llegó hasta Tyrsalevia, y se unió al ejército del rey Allanon, que le pagó una importante suma por tomar parte en la guerra de Baeronorme, en la que tuvo un papel destacado.

El hecho es que tras esa batalla, el rey de Tyrsail lo reclutó para su guardia personal con promesas de riquezas y poder, y pocas cosas importaban a Hægar tanto como aquello. Pero el rey era un hombre malvado, despiadado e insensible. Sometió a su guardia a enormes peligros, y los trató con desprecio e ignorancia. El gigantón no estaba muy de acuerdo con tal campaña, y terminó por odiar al monarca al que tanto había amado... ¿o había amado su faltriquera del tamaño de un jabalí? El caso fue que decidió abandonar tal empresa en cuanto se le presentara la oportunidad.

Y la oportunidad se le presentó pronto. Amber Irisdefuego, guardián de uno de los semiplanos de Finallis, se cruzó en el camino del grupo, y ofreció a Hægar la oportunidad, no solo de abandonar a Allanon, sino de enderezar su maltrecho camino y volver sus pasos descarriados hacia la luz. Empujado por las circunstancias, Hægar, el bárbaro mercenario, se convirtió en el hermano Hægar de Finallis.

Tras su separación del rey Allanon y su campaña, Hægar la combatió tanto como pudo desde Taneo, su nueva residencia, revelando información a su principal rival, el rey Meghren de Allionas. En esta época fue cuando nuestro clérigo entregó su vida al dios de la luz, y adquirió la rutina que más arriba detallo, y cuando yo le conocí.

Aun siendo iniciado, estalló la guerra en Allionas, que se extendió luego por todo el continente. La horda de no-muertos, encabezados por el señor Fenris, asoló el país, y Hægar, como otros muchos clérigos, fue llamado a filas. Aunque con poca experiencia en la iglesia, y poca desenvoltura lanzando conjuros y oraciones sagrados, el hermano Hægar resultó muy valioso en el campo de batalla por su pericia como guerrero, y fueron muchos los no-muertos que cayeron bajo su hacha. El clérigo vio la luz, y encontró su vocación como clérigo de guerra. "Fue Finallis quien me dio mi fuerza al nacer, quien me llevó por el camino del mercenario para adquirir entrenamiento, y quien finalmente me ha llamado a su lado para combatir el mal"

Fueron casi 9 años de dura lucha, muchos murieron, pero Hægar no fue uno de ellos. Su túnica, antaño blanca como el sol, lucía raída y gris. Pero la hoja de su hacha seguía brillante, a pesar de hender cientos de no-muertos.

Tras la guerra, el hermano Hægar se dedicó a recorrer Allionas ayudando a los más necesitados, y acabando con los últimos reductos del frente, apoyando a los ejércitos provenientes de Hirannae, con los que el rey Meghren había hecho un pacto. Su impresionante figura
destacaba allí donde iba, y aunque resultaba intimidante, su sencillez de palabra, su carácter abierto y su fe inquebrantable terminaban dejando huella. Muchos fueron los supervivientes que se convirtieron a la religión del sol al paso del enorme clérigo.

Fueron casi 15 años de servicios itinerantes los que prestó el clérigo antes de volver a Taneo. Cuando regresó, Hægar pasaba holgadamente de la cincuentena, y su barba, antes del color del oro viejo, lucía blanca, lo que le daba cierto aire más calmado. Me estrechó con su enorme mano cuando me vio, y como era su costumbre, me golpeó con la otra en la espalda, en un gesto que proveniente de cualquier otra persona podría ser una palmada amistosa en la espalda, pero que del gigante suponía casi irse al suelo, mientras me daba la bendición de Finallis.

Poco tiempo de descanso tuvo; el justo para ser nombrado abad mayor del santuario de Taneo por sus servicios. El negro día de noviembre en que estalló la guerra del clero, como se la conoce hoy, fue llamado a filas. Miles de seguidores de Maddusse, encabezados por el Cardenal Ciric, entraron en Allionas exigiendo la rendición de Taneo y su conversión inmediata a una teocracia maddussina. Los templarios y clérigos de Finallis, Khala, y otras deidades del bien, no tardaron en darse cita para organizar la defensa.
El padre Hægar movilizó la milicia popular y el clero de Finallis de Taneo. Ese fue el día que supe que Hægar era un auténtico héroe.
Su discurso aun zumba en mis oídos. Su voz potente, ronca, profunda. Su imponente figura, que aquel día parecía desprender un halo de luz. Sus palabras.

¡Pueblo de Taneo! ¡Seguidores de Finallis! ¡Amigos todos! ¡Hoy hemos sido convocados aquí para luchar, no sólo por nuestra libertad!
¡No sólo por nuestra tierra!
¡No sólo por nuestro hogar!
¡Ni siquiera solamente por nuestras vidas!
¡Hoy, amigos, hemos sido llamados a las armas para luchar contra Maddusse, y contra todo lo que representa!
¡Hoy lucharemos con la bendición de Finallis, porque Él dispone que el mal debe ser erradicado!
¡Hoy lucharemos con la fuerza de Su puño!
¡Con la precisión de Su balanza!
¡Con la determinación de Su ira!
¡Hoy ganaremos esta batalla a la Oscuridad, y desterraremos de nuestro hogar esta mancha negra que empaña el mundo!
¡Hoy daremos a esos perros su merecido en esta vida, y dejaremos que Finallis se lo de en la otra!
¡POR FINALLIS Y SU GLORIA, AVANZAD!

La batalla fue cruenta, y el campo de batalla se tiño de un rojo tan intenso, que aun hoy, quince años después, la tierra de aquella zona es carmesí. El padre
Hægar abatió tantos clérigos oscuros, que nadie pudo hacer la cuenta; Su hacha hendía la carne corrupta de sus enemigos como si una fuerza divina la guiara... y no hay duda de que así era. Entrando en el fragor de la batalla, el Hægar más salvaje, aquel bárbaro que dormía en aquella montaña de músculos, despertaba con toda su ira. Fueron necesarios más de 20 hombres para abatirlo. Aun derrotado, e hincando rodilla a tierra, fue capaz de enviar a Finallis a algún otro enemigo.

Cuando la niebla de la batalla se disipaba, y pude por fin acercarme a él, aun estaba vivo. Tenía heridas por todo su enorme cuerpo, y apenas le quedaba un soplo de vida. Tenía la mirada perdida, y sus ojos azules se habían tornado grises, casi blancos.
-Vencimos, padre.
-Hace tiempo que yo vencí. Vencí a mi egoísmo y a mi ignorancia. Pero sólo ahora veo la luz...
Intentó extender su mano hacia el cielo, intentando tocar algo que estaba fuera de su alcance, y exhaló su último suspiro.

Fue enterrado en una fosa común junto a los otros miles de víctimas, y su nombre se perdió en el olvido, dejando huella imborrable sólo en unos pocos. Un héroe más en una guerra más. En un mundo de héroes, la gente no siempre sabe reconocer a quienes realmente lo son.

Seguimos con los cambios...

Bueno voy cambiando cosas, y cada poko encuentro otra cosa mas ke kiero poner...

Kiero cambiar el fondo, centrar un poko las cosas y poner una imagen en lugar del titulo, tmb centrada, pero como ahy ke toketear el html del foro, lo voy haciendo con kuidado y muy vigilado por Heku...

La imagen de abajo, kedara mas o menos como esta, y en el lateral, espero poner alguna cosa mas... entre ellas la de Etiquetas.

De las etiquetas decir ke, kuando posteemos con algun pj, poner en la etiqueta el nombre, asi se organiza por esos nombres, y si keres ver los post de ese pj, pos se encuentra mejor...

Bueno si algo ya sabeis, solo teneis ke darme una voz...

Un Saludo...
GL To aLL!!!

Working...

Este blog, esta en construcción, en nuestra proxima apertura, sera un blog de la gente del Foro El Cetro Magico.

Espero que la construccion no dure demasiado y podamos disfrutar pronto de muchas historias, relatos, y pensamientos de todos nuestros miembros.

Un Saludo...
GL To aLL!!!