Las Aventuras de Fenregon. (III)

Una noche en la que Carotto, Vernelionas y yo, junto con algún otro que se animaba, continuábamos con nuestra misión de levantar la moral del equipo y mostrarle a Meghrem un camino más luminoso del que estaba tomando el Señor de Airul, nos reunió a todos en una habitación de la posada que frecuentábamos.

Meghrem habla a grandes trazos sobre que hay que ponerse en marcha con unas misiones sobre los tomos y los artefactos. Toma la decisión de separarnos en grupos de dos y encomendarnos una misión a cada grupo para intentar tomar la delantera a Allanon. Designa los grupos asigna las misiones y al parecer me asigna con Laeuryn en la misión de conseguir unas dagas de plata para abrir un portal al infierno en la tierra de Numeneor y bajar en busca de lo que podamos encontrar de una antigua familia, la familia Dalevi. Acto seguido continúa dando instrucciones a los demás grupos con misiones de semejante riesgo y se despide hasta nuestro próximo encuentro y todos nos retiramos a descansar para emprender el viaje al alba.



“¿Maldita sea Meghrem en serio pretendes separarnos para este tipo de búsquedas en las que ya perdemos a amigos y compañeros incluso al tope de nuestras fuerzas? ¿Acaso no te importa arriesgar las vidas de todos nosotros en tu búsqueda de venganza? Esto no es lo que deberíamos estar haciendo, por los dioses, somos Airul y sus caballeros, deberíamos estar luchando por el bien común, por las buenas gentes que todavía pueblan Athanae y han perdido a sus familias, sus hogares y sus vidas en la plaga de Fenris.”



Al día siguiente Laeuryn aparecio en mi puerta, con pocas palabras y su gesto altivo como de costumbre, me cuenta que Meghrem ha decidido que yo lleve el liderazgo del grupo y ella me asistirá en lo que necesite para cumplir la misión y que espera instrucciones para empezar.

-Laeuryn, recuerdo que mi amigo Escribok un día nos habló de una misión que le llevo al Tomo de la Naturaleza, en ella menciono a la familia Dalevi y un extraño viaje que hizo con Allanon al infierno. Al parecer allí perdió a una amiga suya llamada Kylie quizás deberíamos empezar a buscar en el bosque de Trysis y podríamos pedir ayuda a la Archidruida Mirenna. De momento lo mejor será intentar abrir todos los frentes posibles. Recupera toda la información sobre esas dagas, su funcionamiento y su posible localización. Yo intentare hablar con la Baronesa Von Xavras por si pudiéramos llegar a un trato en caso de que el Clan Diamante tuviera las dagas y soltare algunas monedas a ver si alguien de los bajos fondos sabe algo más. Además pagare a unos cuantos observadores para que me avisen si hay información sobre Allanon o Verzeevah quizás podamos conseguir aliados extra o ella pueda decirnos algo más.

Buena suerte en tu búsqueda nos reuniremos aquí en tres días.


Continuara...

Las aventuras de Fenregon. (II)

Después de nuestro infructuoso asalto comenzamos a vagar por la tierra de Targos, un país que gracias a su alta congregación de aventureros y a su buena disposición militar consiguió defenderse del asedio de la horda de no-muertos de Fenris.

Lo que comenzó como un tiempo en el cual ayudar a las duras gentes del país de los aventureros, acabo siendo un periodo en el que Meghrem liberaba su frustración con espada decidida, juicio poco concluyente y sentencia demasiado firme. Su espada era la primera en desenfundar y atacar, su misericordia la última en asomar y su predisposición por acabar con el “mal” la más veloz. Una época en la que todos y cada uno de los caballeros llegaron a cuestionarse su propio compromiso con la causa, una época en la que todos añoraban su hogar y sus obligaciones para con sus congéneres más próximos, una época en la que el compromiso y el honor era lo único que hacía que los caballeros fueran los caballeros y se mantuvieran fieles al compromiso de Airul.

Los días pasaban duramente y los ánimos bajaban cada vez más, cada vez que veía al siempre alegre Carotto con el gesto serio o como Vernelionas se emborrachaba más rápido de lo normal era como si me clavasen un puñal en el corazón así que decidí intentar remediar esta situación. Carotto y yo mantuvimos largas conversaciones sobre lo que estaba ocurriendo y sobre el papel de los caballeros intentando encontrar una solución a nuestro problema y con el beneplácito de Carotto y su ayuda acepte como propia la misión de ayudar al grupo a superar la dificultad de ver frustradas sus ilusiones y esperanzas.

La tarea no fue fácil y tampoco fue aceptada con buen gesto por todos, Vernelionas fue el primero en aceptar mi sugerencia de hacer el trabajo de Meghrem y junto con Carotto poco a poco fuimos consiguiendo que el resto viera nuestro trabajo como una sutil lección a Mehgrem. Nos adelantábamos a las cuestiones en las que el fallaba y le enseñábamos que había otras formas de solucionar los problemas, otro modo de actuar contra lo que no es el bien. Otro juicio que no fuera el de la espada.

Poco a poco el ambiente y la moral del grupo fue creciendo aunque Meghrem parecía no hacer caso, ni dar importancia a lo q hacíamos. Todos y cada uno de los caballeros sabían que era algo bueno y todos esperaban que nuestro señor se diera cuenta y recobrase la esperanza y el espíritu.

Aunque poco duro esa situación…

Continuara...


Las aventuras de Fenregon. (I)

Todo empieza aqui...

Tras la separación de los grupos, cada uno vivio sus propias aventuras, algunas fueron epicas, como la derrota de Drektorn. Otras como Fenregon vivieron las suyas propias. 
Vamos a ir recopilando algunas de las aventuras que vivio Fenregon, varias de ellas bajo las ordenes de Mehren, iremos publicando pequeños relatos y juntando anotaciónes de los acontecimientos que fue viviendo en esa epoca.
Esperamos que os guste, y disfruteis de las Aventuras en Athanae. 


Todo comienza en un lejano oasis de Reionae en compañía de mis amigos, después de semanas en el desierto, en una pausa en la que los Caballeros de Airul podían disponer de su tiempo y en una penitencia dictada por Hyandora una canción resuena en mi interior, La llamada del señor de Airul y acto seguido aparece Verdita. Con pena y dolor en la mirada asumo mi responsabilidad y gracias a Verdita nos transportamos junto a Meghrem y los demás.

Al llegar Meghrem confirma que el ataque esta dispuesto, es el momento de atacar a Allanon y atacar duro. Todos tenemos nuestro objetivo y nuestro papel en el ataque. Laeuryn y Verdita comienzan a conjurar y Carotto alza bendiciones a Finalis, Un portal multicolor aparece y Kronder y yo nos lanzamos por el. Nuestro objetivo es abrir camino hasta Allanon. Después de una negrura todo vuelve a su sitio, estamos en un edificio en Targos, de frente un pasillo y en medio un vampiro. Me abalanzo sobre el con el fin de que Kronder continúe su camino y busque al objetivo. Golpeo a mi enemigo que se evapora en una niebla verdusca, continuo mi camino en pos de Kronder y detrás de mi vienen Akronte y Vernelionas seguidos de Carotto y el propio Mehgrem.
Una habitación a la derecha, Kronder salta con su mandoble consagrado en alto mientras implora la furia de Finalis, todo se ralentiza, la mano de Allanon se mueve hacia su pecho e introduce algo en él, las paredes desaparecen y un segundo después estamos solos. Allanon ha escapado y se ha llevado a todos sus aliados con él. Maldición.

Nos replegamos y tras reunirnos con miradas de circunstancia Laeuryn y verdita comienzan a conjurar de nuevo, todo se vuelve translucido, el cosmos aparece a nuestro alrededor y parece q las propias estrellas comienzan a ganar intensidad, el brillo llega a ser cegador y de repente todo es oscuridad.

Laeuryn niega con la cabeza y Mehgrem estalla hecho una furia, golpea una pared con el puño y maldice al cielo, al parecer Allanon no solo ha huido sino que también ha conseguido un método de escapar del escrutinio conjunto de Verdita y Laeuryn. Es momento de cambiar el rumbo y de encontrar otra forma de acabar con Allanon.

Continuara...