Cartas la Lobo Blanco - 5


De: Krieg Rache, Comandante en Jefe de los Caballeros de Morr en Aldorf. 
A: Priester Rache, Capellán Mayor de Ulric en Middenheim.

Hermano, en respuesta a tu última misiva, debo confirmarte la perdida de mis caballeros.

Localizaron sus cuerpos al sur de Voltsara, Kislev. Según las informaciones que han recabado mis espías, siguieron al comando de los Von Persy tras detectar el robo del Cetro, en la iglesia de Izborak, al Noreste de Praag. Siguieron a los ladrones hasta las tierras de un leñador y luego partieron hacia el sur. Se detectaron los cadáveres al sur de Voltsara. Había signos de lucha, se contabilizaron 18 caballeros por 3 cadáveres de los Von Persy.

De nuestros Caballeros de Morr, faltan su capitana Shelina Reiner, y su explorador, Rizwan Bloodblade. Tampoco se ha localizado el cadáver de Francisco de Vega, por lo que sigue en paradero desconocido. Según los exploradores su rastro se dirige hacia el sur, pero se pierde al llegar a la carretera principal. Eran al menos tres caballos, y uno de ellos llevaba exceso de carga.
He rezado por ellos y Morr me ha hablado, algo oscuro va a suceder, y debemos de estar alerta, debemos olvidar nuestras disputas internas.

Hermano, creo que tu cruzada está mal dirigida, los Von Persy no son los enemigos, y las pérdidas que nos estamos ocasionando en ambos bandos están debilitándonos, además de no permitirnos enfocar al verdadero enemigo: los demonios.

Los demonios del Caos, los seguidores de esos dioses oscuros y sus rituales paganos de lujuria y sangre, son nuestro enemigo real. Sabes que Padre te diría lo mismo que yo. No permitas que te ciegue la venganza, no permitas que el peso de la sangre derramada te permita bajar las defensas respecto a nuestros enemigos.

Los augurios se están cumpliendo, dentro de poco sucederá… debemos de estar preparados, enfocados hacia nuestros enemigos y no permitir que una venganza nos deje la espalda al descubierto, dispuestos a recibir una puñalada.

Mis hombres han investigado. Según ellos, los Von Persy han localizado uno de los objetos, el otro está en paradero desconocido y el tercero es inaccesible. Pero todo eso puede cambiar rápidamente, como ya ha sucedido antes.

Ahora Shelina y Rizwan son sus rehenes y son dos de los más capacitados para evitar todo esto. Con un poco de suerte, los Von Persy, que conocen los augurios, les unirán a sus filas o al menos solicitaran un rescate por ellos con lo que podríamos comunicarnos e incluso forjar una alianza y quizá evitar nuestro fin.

Por favor hermano, recapacita.

Tengo una entrevista en tres días con el Sumo sacerdote, y le voy a plantear la posibilidad de tal alianza. Espero que puedas enviarme tu respuesta y apoyo, lo antes posible.

Temo por el Imperio si no tomamos las medidas necesarias.

Confía en mí, en mis Caballeros, en Shelina y en Rizwan, y si no nos crees, que Morr nos proteja, pues pronto estaremos todos en su reino.


Tú hermano y amigo, Krieg Rache, Comandante de los Caballeros de Morr en Aldorf.



Nota del Archivero:
Esta carta no fue localizada hasta varios años después de ser escrita, nunca llego a su destino. El asesinato de Krieg Rache, jamás se pudo resolver y la mano que sesgo su vida jamás fue identificada.

Cartas al Lobo Blanco - 4

Algún lugar al sur de Voltsara, Kislev.
“Abre los ojos pequeña, despierta…”

Esas palabras resonaban en su cabeza una y otra vez.

¿Qué había ocurrido, ¿por qué la cabeza le dolía tanto, ¿por qué le pesaban los parpados?

Sentía el cuerpo dolorido. Seguramente tenía heridas, algún tajo de espada al menos en una docena de sitios...

¿Qué había sucedido, lo último… lo último que recordaba era perseguir a los ladrones, no… una cabaña con una familia… luego una persecución por el bosque… les interceptaron, hubo pelea... pero, debería haber muerto… recuerdos vagos del combate, sus hombres cayendo, un resplandor y… un jinete con una armadura carmesí y cayó… cayó del caballo, algo le golpeó… sangre, la sangre le tapaba la visión.

Rizwan estaba protegiéndola, se defendía de varios hombres, puede que hasta matase a alguno... no, uno le golpeo y cayó sobre ella… y debió de quedarse inconsciente…

¿Vencieron Poco probable… le parecía estar atada, pero el dolor no le permitía asegurarlo, lo que es seguro es que iba a caballo como un fardo…


Era una prisionera…

“Morr protégeme y acoge a Rizwan por protegerme, indica el camino a mis caballeros que han defendido al viejo mundo en tu nombre valientemente.

¡Oh! Mi cabeza… me voy a desma…”


Cartas al Lobo Blanco - 3

Hace 40 años, 10 Km al noreste de Mootse (Kislev)

Una pequeña cabaña presenta rastros de quemaduras, parecen hechas por bolas de fuego o por rayos, además se ven claramente varias flechas clavadas en la pared, mientras un regimiento de 40 hombres a caballo rodea la cabaña con sus armas prestas al ataque.
Varios soldados a pie se acercan con las armas desenfundadas lentamente hacia la liviana puerta de madera que protege a una pequeña familia.
En su interior, sollozos, y respiraciones entrecortadas por el llanto. Una familia, formada por un hombre mayor con barba blanca y brazos robustos, que abraza a cuatro pequeños. Su mujer, abrazada a él y con la cabeza oculta en su regazo, llora de miedo mientras el hombre grita con toda la potencia de sus pulmones.

- ¿¡Si les cuento lo que sucedió, nos dejaran ir, podremos irnos sanos y salvos!?


Un caballero de blanca armadura, se abre paso entre el perímetro de caballeros y se aproxima hacia la cabaña. Se para a unos pocos metros y retira su yelmo, dejando a la vista el rostro de una mujer rubia, hermosa, fuerte, que alzando la voz contesta al campesino.

- Caballero, contadnos lo sucedido, y por Morr que nada os sucederá.


El hombre se libera de su familia, y abre la puerta, invitando a entrar. La mujer y cuatro de sus caballeros entran en la cabaña, y comienza el relato de lo acaecido pocas horas antes en aquel mismo lugar.

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Cuatro jinetes llegaron a toda velocidad por el camino e irrumpieron en su nuestra casa cogiéndonos como rehenes. A los pocos instantes llegaron otros hombres.
Su cabecilla, un apuesto caballero con marcado acento Estaliano, les indico que salieran y que nos dejaran en paz, pues solo buscaban lo que habían robado y que de una forma u otra lo conseguirían.
Los hombres que estaban con nosotros, llevaban el rostro tapado con unos velos negros, y solo podíamos ver sus ojos. Cada vez se ponían más nerviosos, y parecía que de un momento a otro nos iban a matar, pero no fue así, por el contrario, sacaron unos pequeños botes que llevaban en los cinturones y se los bebieron, nos soltaron y salieron fuera de nuestra cabaña.
Nosotros nos acurrucamos junto a la chimenea y desde ahí yo podía ver como luchaban en el exterior.
Los hombres del Estaliano rodearon a los cuatro jinetes, uno se envolvió en fuego, otro se transformó en una especie de criatura con hocico de lobo y garras, el tercero saco una espada larga de hoja negra y otra con la hoja roja, el cuarto preparo un arco largo muy estilizado, y mientras tanto el Estaliano seguía impertérrito en su corcel con la mano en la empuñadura de su espada y la otra en las riendas.

- Rendio’, poque no zaldréis d’aquí vivoh. Ante derl’alba, etto s’abrá finiquitao.


Los jinetes se pusieron en guardia y comenzó la pelea. Se veían rayos, fuego, choques de espadas, flechas cruzando la pelea, y en unos instantes, todo quedo en calma.
Aún quedaba uno de los jinetes con vida, sus tres compañeros habían caído, los hombres del Estaliano permanecían todos en pie. Él aún permanecía en su montura, sin haberse movido.
El jinete que quedaba, comenzó a conjurar algo en una lengua extraña, profunda, grotesca. Mientras recitaba esas palabras, su cuerpo se descomponía, y de su interior aparecía un ser fantasmagórico, de aspecto de mujer con el cabello moviéndose en un viento fantasmal.
Una banshee grito uno de los hombres del Estaliano, el cual con un par de movimientos se bajó del caballo e indico a uno de sus hombres algo.
La figura fantasmal abrió la boca en un grito profundo, pero antes de oír siquiera su voz, todos nosotros caímos dormidos, y no vimos nada más.
Despertamos hace unas pocas horas y al salir de la cabaña mi hija pequeña que fue la primera en despertar, nos ha dicho que vio cabalgar hacia el sur a los hombres del Estaliano.
Al salir yo de mi hogar, no encontré ni rastro de los cadáveres de los que habían caído.

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Mientras decía esto, la mujer se levantó, realizo una reverencia y salió a la calle apresuradamente. Monto en su caballo y dando un par de ordenes partió velozmente hacia el sur.

- ¡¡¡Soldados, avanzad, Morr nos dará alas para eliminar a nuestros enemigos!!!


Tras una pequeña oración, las monturas del regimiento se comenzaron a mover mucho más rápido, avanzando por el camino en busca del grupo del Estaliano.
Y de esa forma los Caballeros de Morr partieron de aquel claro junto a una pequeña cabaña, intentando dar caza a los que, pensaban, eran sus enemigos, pero eso ya es otra historia.

Imagen tomada de: http://davetaylorminiatures.blogspot.com.es/


Cartas al Lobo Blanco - 2

Nombre: FRANCISCO DE VEGA

Paradero desconocido | Sargento | Estaliano

PARA: Ilustrísimo Reverendisimo Sumo Sacerdote de Ulric. Castillo del Graf, Middenheim.

DE: Bernard de Lusignan, Caballero del Grial.

HACE 60 AÑOS:

Antes de nada agradecerle su ayuda en la misteriosa desaparición de nuestros hombres en tierras del imperio y su intervención a nuestro favor frente al Graf.
Todos queremos una alianza duradera, ya que la locura de unos pocos puede tener graves consecuencias en tiempos como los que nos ha tocado vivir.
Por otro lado, indicarle que las descripciones que nos envió de sus hombres, lamentablemente, concuerdan totalmente con los cadáveres encontrados en el antiguo Palacio de Cousin du Roi.
A continuación relataré lo sucedido de la forma más esquemática y cronológica posible, tal y como ha sido su petición.

INFORME: ALREDEDORES PALACIO DE COUSIN DU ROI, BOURDELEAUX, BRETONIA
UN MES ANTES

Varios cientos de Caballeros se habían reunido en las cercanias de un lago próximo al Palacio, abandonado desde hacia cientos de años, ya que habian sucedido ciertos ataques skaven en la zona y se pensaba que habia un “nido de ratas” en las proximidades.
Se habia formado un campemento para localizar el “nido” y destruirlo.
Se enviaron exploradores, una pareja de ellos llego a las proximidades del Palacio, y registraron signos de lucha en su interior. No les pareció excesivamente sospechoso ya que, a pesar de estar abandonado, el Palacio ha sido escenario de diversas luchas en sus alrededores durante largo tiempo. A pesar de ello lo reflejaron en su Informe.
Se hicieron las pesquisas requeridas y se comprobó que el Palacio debía estar totalmente vacío, por lo que se envió de nuevo una patruya a explorar y descubrir a los asaltadores.

EXPLORACION DEL PALACIO - PALACIO DE COUSIN DU ROI, BOURDELEAUX,BRETONIA
2 SEMANAS ANTES

Una partida de cuatro hombres se introdujo en el Palacio, lo exploraron y comprobaron las estancias, habitaciónes, cocinas y pasajes.
Durante esa exploración se encontraron los cuerpos de sus dos soldados, Albert y Gother, o lo que quedaba de ellos, ya que se encontraban mutilados.
También se encontraron signos de lucha en su interior, varias zonas estaban derrumbadas y había diversos objetos de viaje esparcidos por doquier. Sucediera lo que sucediera hay dentro, había ocurrido algun tiempo atrás.
Además de todo eso, se encontró una carta manuscrita, la cual reproduzco a continuación:

LA CARTA
“Mardhita zhea mi eztampa, he perdido al rezto del equipo, noz tendieron una trampa, noz agrupamoz en Mariemburgo, y paresía que to’ furrulaba perfeztamente, pero ar llegáh a la provinzia de Bourdeleaux, noz cobijamos en un palasio abandonhao y argo pazo, mientras dormíamoh noz atacaron. Josef, Emanuel, er Filip, y Paulina murieron antez de abri un ojo, German, Serena, y yo mizmo luxamos durante unos minutoz, pero noz zuperaban en número. Mientraz noz peghabamo quede atrapado al caerze el zuelo pa bajo, y por ezo zalve la vida.
Ya ze han io, er camino noz llevaba ar zur, pero quizá han cambiao de opinió.
Noz habiamó percatau de varios signos de “ÉL” en diztintoz puntos der camino que indicaban que la hora ze ezta acercando, aun no zabemoz nada concreto, ni er lugar, ni na, pero creemos que zera par norte.
Mardita zea su eztampa, los tirare ar rio cuando los encuentre.
He conzeguido zalir de los escombróh y comensare er camino de vuerta po la mañiana. Ezpero eztar en Osterwald (Ostermank) en doh semanas. M’avizaiz en Aldorf si querei que vaya pa otro lao.

Fdo: Paco de Vega

ANOTACIONES: CAMPAMENTO DE AVANZADA, BOURDELEAUX, BRETONIA
2 SEMANAS ANTES

Tras descubrir la carta y comprobar los informes de los exploradores, se inspecionaron los alrededores del Palacio, y no se localizó ni rastro de las personas a las que se refiere en ella.
Y, mientras se hacía esa nueva inspección, fue cuando recibí su primer mensaje indicandome que había enviado a dos hombres con un mensaje secreto para mi, el cual lamento decir, no ha llegado a mis manos todavía. En dicha carta nos mostraba varios tatuajes y marcas con las que hemos podído confirmar que los dos cuerpos encontrados son los de sus hombres.

CONCLUSIONES: CASTILLO DE DESFLEUVE, GISOREUX, BRETONIA
HACE 60 AÑOS

Tras informar al Rey de todo lo acontecido, y tras regresar a mi hogar, recibí su nueva petición: Enviarle un mensaje con los datos de todo cuanto sucedió.
Poco más tengo que indicarle, espero haberle servido de ayuda y que todo esto refuerce nuestros lazos, y que así pronto podamos detener a lo enemigos de nuestros Reinos.

Que La Dama nos proteja y nos guíe.


Cartas al Lobo Blanco - 1

Hace 67 años.
Para: Sumo sacerdote de Ulric
A: Castillo del Graf de Middenheim
De: Comandante en Jefe de la Legion XXIII
En: Campamento Luccini (Tilea Sur)

Ilustrísimo Reverendísimo Sumo sacerdote de Ulric:

Siguiendo sus órdenes la Legión XXIII, fue enviada a las proximidades de la ciudad de Monte Castelo, las tropas asentaron el campamento a 10 Km, dentro de un bosque próximo. Sus dos mercenarios fueron equipados y enviados a la ciudad para la infiltración.

Perdimos contacto con ellos tras cinco meses en la ciudad.

Regularmente nos enviaban informes a través de un joven recluta, pero él nos informa que han dejado la posada y no les ha visto desde hace dos días.

Enviamos a cinco soldados para investigar su desaparición y desde su llegada informaron de estar siendo vigilados por fuerzas locales. Aun así, consiguieron localizar a uno de los agentes. Rodrigo Huerta, permanecía en la Morgue de la ciudad desde hacía casi dos semanas. Los soldados consiguieron comprobar el cadáver, que había sido encontrado en una de las alcantarillas por un vagabundo. Presentaba evidencias de haber sido torturado, desangrado hasta la muerte y presentaba varias extremidades amputadas.

Retiramos a los soldados de la ciudad y enviamos a uno de nuestros mejores agentes de campo para que intentara infiltrarse y localizara al segundo mercenario.

Tras cuatro meses, consiguió infiltrarse entre la alta sociedad. Ganándose los favores de un Conde local, el Conde Galeazzo.

Nuestro agente localizo a Francisco de Vega en una fiesta celebrada en el Castillo de Valentino, por el Conde Joshner Von Persy.

Nuestras informaciones acerca del Conde Joshner Von Persy, es que proviene del norte, tiene su castillo cerca de Marienburgo, tiene una flota de barcos con la que ha conseguido mucho dinero y comprar su título.

Nuestro agente, contactó con Francisco, y según nos informo había hecho contacto con el objetivo el Conde Joshner, conquistando a su hijastra Arianni Von Persy, y prometiéndose con ella. Nos indicó que los negocios turbios del Conde iban mucho más allá de lo que se había planteado y que aunque estaba cerca aún no había conseguido desenmascarar a las personas que había tras él.

También nos advirtió que iba a haber una nueva fiesta en 3 semanas, a la que acudirían ciertos “invitados especiales” a los cuales el Conde llevaba esperando desde hacía mucho tiempo y que esa sería la oportunidad que estaba esperando.

Tras la fiesta y ser informados, nuestro agente, con ayuda de Francisco consiguió infiltrar entre la servidumbre del banquete a 20 de nuestros soldados, entre funciones de jardinería, cocina, y servicio extra para la fiesta, con ello, tendríamos suficiente gente dentro del castillo como para poder actuar en caso de necesidad, además un regimiento, de cincuenta hombres, se escondería en un pasaje subterráneo desde el cual podrían acceder al castillo y capturar al Conde y sus invitados.

Todo estaba preparado, no había ningún cabo suelto en el plan, habíamos podido ajustar los tiempos y hasta teníamos rutas de escape para poder sacar a Francisco y a nuestra agente Cerina si era necesario.

Llego la noche de la fiesta y la mansión estaba atestada de gente, calculamos que unos doscientos invitados habían llegado, muchos en carruajes, dirigencias, incluso en algunos barcos. Que sumados a los sirvientes harían un total de unas trescientas cincuenta personas, además de la familia Von Persy y sus allegados entre los que estaban nuestros agentes.

Comenzó la misión y desde ese momento hubo silencio, los pocos informes que llegaron fueron erráticos, y contradictorios. La incursión estaba programada para las cinco de la mañana. Pero hasta las seis no hubo noticias.

Un mensajero llego a las seis menos cinco al campamento de avanzada, desde donde se gestionaba todo, llego corriendo, descalzo, en estado de shock, y a duras penas pudo articular palabra antes de desmayarse, y su única palabra era “sangre”.
Se ordenó que dos regimientos que estaban en reserva con doscientos hombre cada uno, asaltara el castillo. A las siete de la mañana el castillo había sido tomado por nuestros hombres, pero había sido imposible capturar a ninguna persona… con vida.

Se encontraron en el Castillo unos trescientos cadáveres, todas nuestras tropas, el personal de servicio, además de los invitados, personalidades de la clase alta de la sociedad. Todos los cuerpos habían sido mutilados en mayor o menor medida, presentaban cortes y mordiscos, muchos estaban totalmente desangrados, y la sangre encharcaba el suelo y las paredes.

No se encontró ningún rastro de su hombre Francisco, ni de nuestra agente Cerina.

Se rastreó el Castillo, la Ciudad, las aldeas cercanas, y todos los trasportes que había llegado. Solo faltaba un barco, que en el recuento había desaparecido. Nadie lo vio zarpar. Y en los informes del puerto no había atracado, pero aparece en el recuento de barcos que se realizó antes de la fiesta.

Lamento profundamente tener que informarle de estas noticias, pero llevamos seis meses buscando por toda Tilea y no hemos localizado ni rastro de su hombre, ni de nuestra agente, ni de la familia Von Persy. Todos nuestros esfuerzos han sido en vano. Y se ha decidido cancelar la búsqueda, se les ha dado por “Desaparecidos en combate” y la familia Von Persy está en búsqueda y captura.


Atentamente,

Comandante en Jefe de la Legión XXIII

Viajes

A medida que transcurren los meses del viaje, el crudo invierno (uno de los más fríos que recordáis) va dejando paso a la primavera, que derrite el hielo y la nieve acumulados.

Para cuando llegáis a La Cruz, apenas os acordáis de las frías noches a la intemperie, y las temperaturas son agradables incluso de noche.

La ciudad de La Cruz os sorprende incluso a aquéllos que ya la habíais visitado antes, con sus cuatro barrios diferenciados y su pequeño crisol de civilizaciones en el centro. La vida parece ser tranquila y apacible en esta urbe, a parte de algunas peleas puntuales (sin mayor importancia) que a veces se dan en el barrio central. La noche que pernoctáis aquí, tendréis vuestro primer sueño:

Un bosque frondoso, lleno de vida, con sus sonidos de aguas corrientes, pajarillos y otra fauna, el aire fresco con olor a hierba os da en la cara. Una bella dama, rubia, con vaporoso vestido, pasa a vuestro lado y ríe, feliz, despreocupada. (Loudevian, la reconoces) De repente, una horda de orcos negros, acompañados de trolls, huargos, goblins nocturnos y otras despreciables criaturas, irrumpen en el pequeño claro, sudorosos, nervisos, os ignoran y comienzan a cortar y derribar árboles, para alimentar horribles hogueras. Las criaturas del bosque, incluso las mágicas, como Hombres Árbol, dríades, hadas y todo tipo de fatas, acuden a pelear contra el enemigo, pero todo es en vano. Los Orcos son muchos, mejor armados, y bien organizados. Entre las fatas que combaten, reconocéis a Loudevian (que se ve a sí mismo en tercera persona)

CORTINA DE HUMO NEGRO.

Tras la masacre, la bella mujer yace en el suelo, con sus vestiduras rotas, quemadas, ella terriblemente herida, magullada. Eleva su vista al roble más antiguo del bosque, ahora carbonizado, pero aun en pie. “Os he fallado” murmura. Pasáis a ver desde el punto de vista de la ninfa, y a través de la borrosa imagen deformada por el calor, junto al árbol, véis ahora dos figuras grandes, humanoides, tomadas de la mano. Él, fuerte, salvaje, con cuernos y patas de ciervo. Ella, hermosa, con terrible ira en la mirada, su cabello es de hojas y sus alas de mariposa. El árbol cede finalmente, y cae entre las dos figuras, separándolas. Cuando el árbol llega al suelo, despertáis sobresaltados, con una sensación desazonadora que ya conocéis.


Reanudais el viaje apesadumbrados.

El resto del viaje hasta Axia, transcurre sin incidentes, excepto que una vez cada semana, el sueño de la prisión se repite (Chuka o Perro, se lo pasais a Su0T)

Cuando llegáis a la Polis de Astrid, el paisaje es desolador. Lo que antes eran grandes y dorados campos de trigo, ahora son cenizas negras hasta donde alcanza la vista. Por cada granja que pasáis, el estandarte de Imperium, SPQI, reina sobre la ruina o las cenizas que queden. No encontráis ni una sola persona hasta que llegáis a la capital de Axia. Allí Astrid es recibida con toda clase de honores por la escasa guardia restante. Cuando entráis en la sala del trono, todos excepto ella, sois retenidos en la puerta, aunque podéis ver y oír la escena. Astrid avanza hacia un pequeño trono de madera en forma de U, sin respaldo, donde un hombre maduro, enjuto, y curtido por el sol, aguarda.

El Rey Zaro no está solo. A su derecha, un joven ataviado con túnica, a quien no conocéis, permance en pie al lado del trono. A su izquierda, la reina Helle, otrora mujer bella, ahora envejecida por la guerra, se sienta y mira con altivez al frente.

ASTRID:

El Rey está mucho más delgado que la última vez que lo viste, y también cuenta nuevas cicatrices en su rostro, brazos y piernas, que quedan al descubierto. Zaro viste su coraza de exquisita manofactura, pero con innumerables ralladuras y bollos, y su capa con el emblema de su casa, además de un faldellín de cuero y sandalias hasta la rodilla, a la moda imperial. Helle viste túnica blanca, ceñida por un cinturón de oro, dejando descubierto su hombro derecho, y ella también está más delgada y envejecida que cuando partiste.

Christopoulos, capitán de la guardia se adelanta, y anuncia:

“Lady Astrid Stavrou, hija de Zaro, princesa heredera de Axia” tras lo cual inca rodilla al suelo, gesto que todos los presentes (el senado de los sabios) imitan. Todos excepto las tres figuras reales.

Al escuchar la palabra “heredera” un escalofrío recorre tu columna vertebral, y el primer pensamiento es, “¿Y Artino?” pero no te atreves a preguntar.

Zaro se levanta trabajosamente del trono, apoyándose en los brazos, y te mira con una mezcla de ternura, pena y amor, mientras te arrodillas.

- Levanta, hija mía, y bienvenida a casa. Tenemos cosas de qué hablar.

Han pasado 18 meses de aventuras y viajes, y por fin, has vuelto a casa.