El Juicio...

Partí de casa de Arky con un gran peso en el corazón, pero dispuesto a marchar hacia la guerra, a morir. Tras dos días de viaje, decidí pasar la noche en un claro. Solo pensaba en Arky, en Oby, y en el resto de mis amigos y compañeros, pensaba en las cartas que les iba a mandar explicándoles mi decisión, así en esas circunstancias me quede dormido…

Estaba en un gran salón blanco y dorado, delante de mi había un gran pasillo y filas de bancos a los lados, era un gran templo, construido por manos enanas, con una gran riqueza; intente moverme pero no podía… A mi lado empezaron a pasar cientos de enanos matadores, que estaban con cara seria pero compasiva.

Tras varios minutos la sala se lleno, y al fondo, en el altar aparecieron tres figuras…

La primera era un gran enano, con un hacha de doble filo muy largo en el que brillaban numerosas runas, llevaba un gran yelmo alado, y una barba blanca como la nieve y muy larga en trenzas, adornada con oro y plata… le reconocí enseguida, era el Dios Krom, Padre de todos los enanos, su aspecto era idéntico al que tiene en los dibujos del templo de Krom en Karak-a-Dum,

La segunda figura que apareció, y se situó a su lado, era la de una enana muy hermosa, llevaba una túnica blanca y un cetro en la mano, su pelo estaba decorado con tiras de oro y plata, en mi cabeza resonó su nombre con un sentimiento de tranquilidad, era la Diosa Darka, Madre de todos los enanos, Diosa de la Familia y el Bienestar.

Las dos figuras se sentaron en unos tronos al fondo...

La tercera figura, era un enano también de gran tamaño, con un libro muy grande en la mano, y un gran martillo en la otra, su barba era muy negra, y bestia con una túnica negra con rebordes dorados, su nombre surgió en mis labios con temor, el Dios Mud-Nekron, Dios Juez, controlador de los Matadores, Dios del Orden.

Alzo la mano y cuatro figuras aparecieron a mi lado, se trataba de cuatro Rompehierros, guardia personal del Rey, se situaron a mi lado, y yo comencé a andar hacia el altar, pero yo no controlaba mis piernas, me dirigía hacia el altar atraído por una fuerza superior que era incapaz de controlar. Mientras me acercaba hacia el altar, todos los enanos presentes me miraban, con ojos duros, pero que reflejaban algo parecido al orgullo, alegría, esperanza… En las primeras filas había varios BarbasLargas, que debían de haber entrado por una puerta lateral, porque no les había visto hasta ahora.

Al llegar frente al altar, me pare, y sin ser consciente de mis actos me arrodille…
Por fin recobre el control de mis piernas, me mantuve arrodillado, y sin levantar mucho la cabeza, hice una gran reverencia.

Uno de los enanos BarbasLargas se incorporo y comenzó ha hablar:
“KeNoWy Droppezz, Nacido en la ciudad de Sagata, en el nuevo continente, hijo de Joseff Droppezz y WanThagi. Nacido el día 24 de Julio de 1931…” y así continuo relatando mi vida hasta que llego al fatídico día… “que se convirtió en Matador el día 19 de Octubre del 2005…” y continuo contando, las hazañas, a las que los demás Matadores, de vez en cuando levantaban la voz, en cuchicheos de alabanza, y así llego hasta el día en que partí de casa de Arky… “que partió hacia la guerra el día 13 de Noviembre del 2010, se presenta ante ustedes, para obedecerles y servirles, escuchara a su Alteza el sumo Juez Mud-Nekron.

En ese momento yo me incorpore, y frente a mí, detrás del altar, El dios Juez, Mud-Nekron comenzó ha hablar:

“KeNoWy, han llegado a mi muchas buenas noticias tuyas, me mantengo informado de todos mis Matadores, y en especial en aquellos que han servido tan buen servicio a todo el mundo, he analizado tu caso, entraste a la orden por un problema familiar, y has viajado mucho buscando la muerte, has hecho mucho bien en tu camino, y aunque lo has hecho junto a tus compañeros de viajes, te informo que… has cumplido tu castigo, me has servido bien, pero el destino te depara nuevas cosas, ESTAS PERDONADO”

Un gran jubilo y aplauso se levanto en la sala, de mi boca solo salio un “gracias” casi sin fuerza, hice otra gran reverencia, y me quede allí de pie, El Dios Juez Mud-Nekron salio de la estancias Seguido por el Gran Padre y Dios de los Enanos Krom, nuestra Gran Madre Darka antes de salir por la puerta, me miro, y en su boca apareció una sonrisa de complicidad, se giro y marcho…

Yo tras reponerme un momento, me gire, y mire a mis compañeros, que miraron con alegría, comencé a caminar hacia la puerta principal, y ellos comenzaron a entonar una canción funeraria, la que nos enseñan al convertirnos en Matadores, según avanzaba el tono de la canción se alzaba más y más…

Y así me desperté en el claro, mis pinturas tribales habían desaparecido, y dejaban a la vista mis tatuajes, mi hacha estaba posada junto a mi, y relucía en un tono dorado, y mi espíritu estaba en paz, corriendo me dirigí hacia la casa de Arky, a contarle lo que me había sucedido, y… Celebrarlo…


Fdo: KeNoWy DRoPPeZz PosPPiTT THe PoSTMaN THe HooLa-HoP THe FaST aND THe FuRiouS... " (Cierro Comillas)

El Hacha Estelar - El rey de la nueva Era

Hace mucho tiempo cuando la tierra todavía era joven, cuando las barbas de los más antiguos enanos eran todavía cortas, se descubrió un metal "estelar" como lo llamaron algunos.

El rey Enano de aquél entonces, Morgrim, decidió que con ese metal se forjara un hacha de un poder incomparable...
Los herreros rúnicos de aquel entonces se pusieron manos a la obra, decidiendo que el mejor modo de reunir, el poder que su rey les había pedido era, runificando ciertas piedras, decidieron que fueran tres...

Las tres piedras eran:

-La primera, era una piedra, arrancada a un dragón Rojo, de sus mismísimas entrañas.
-La segunda, era una piedra en forma de corazón, sacada de las entrañas mismas de la tierra.
-La tercera, era una piedra azul, encontrada, entre las tumbas de los antiguos reyes enanos, de la que se decía era un regalo del mismísimo Dios Krom.

Finalmente el arma fue forjada, un hacha de doble Filo, con tres orificios en la hoja donde encajaban las tres piedras, y una decoración, y belleza tal, que el Rey al ver el arma, quedo tan orgulloso con el trabajo de sus Maestros Rúnicos que les otorgó grandes riquezas, y grabó sus nombres en el escudo de armas de la escuela de maestros rúnicos en Karak-A-Dumm, Capital de los enanos desde los siglos de los siglos. Sus nombres eran Bortek Burgrimsom, y Grimme Gartson. Que sean recordados, por los tiempos de los tiempos, en nombre de Krom!!

La historia del hacha estuvo ligada mucho tiempo a la familia real enana, hasta que tras la guerra con los Elfos, se perdió.


El rey enano de esa época llamado Skorri Morgrimson, entrego ese hacha a su heredero, eh hijo Furgil, para que lo utilizase en un intento de infiltrarse en los salones inferiores de Karak-Ungor.

El rey pidió a su mejor amigo llamado Gudrum, que protegiera a su hijo, en esa misión, ambos habían crecido juntos desde que eran barbilampiños y juntos habían combatido en muchas batallas. Habiendo dicho esto podréis imaginar el honor que recayó en él.

Gudrum juro por su honor que así lo haría y siguió a Furgil en su misión. Cuando el grupo cayó en una emboscada preparada por una banda de Goblins Nocturos acompañados de un enorme Troll, Gudrun luchó valientemente para defender la vida del Príncipe. Se dice que mas de sesenta de aquellos viles pieles verdes yacían inertes a sus pies cuando un repentino golpe dejo inconsciente. Una oscuridad total invadió sus ojos, mientras contemplaba como el Troll se llevaba a Furgil.

Cuando despertó se encontró solo: los goblins le habían dejado allí dándole por muerto, aunque le habían robado el martillo y las botas. Gudrum siguió la pista del Trol, avanzando descalzo por las oscuras profundidades de Karak-Ungor hasta que encontró su guarida. Nada mas descubrir el cuerpo mutilado del príncipe enano, Gudrum se vio presa de una furia incontenible; así que coguio el "hacha" del príncipe y decapito al Troll de un solo golpe. El sentimiento de culpa que Gudrum tenía por no haber protegido adecuadamente a aquel que estaba bajo su custodia era tan grande que inmediatamente, supo que jamás podría regresar a KaraK-A-Dumm y mirar a su rey a la cara. Antes de que el Troll acabase con su vida, el Príncipe Furgil llevaba una larga barba de un intenso color naranja que era la envidia de todos los enanos a este lado de las Montañas del Fin del Mundo. Tan grande era su dolor, que se tiño el pelo de color naranja como muestra de respeto al Príncipe. Y, como había sido incapaz de cumplir la promesa hecha a su Rey, se dedicó a vagar por las montañas. Como la muerte era lo único que podía poner fin a su sufrimiento, paso el resto de su vida persiguiendo y aniquilando a cuantos Trolls se cruzaba en su camino. Todavía hoy los Enanos que no pueden cumplir un juramento se tiñen el pelo de color naranja brillante y empuñan un hacha en señas de respeto hacia Gudrum, y Furgil.
Y volviendo a Gudrum, nadie sabe como murió, pero nadie olvidara su nombre.

Volviendo a lo que nos interesaba, el hacha del rey, dejo de pertenecer a la familia real, y estuvo perdido mucho tiempo en manos de Gudrum... hasta su muerte...

Tras cientos de años, el hacha, sólo se recordaba de historias antiguas, y de relatos como este, pero el hacha aun estaba en este mundo...

La familia real, tuvo una época de decadencia, por varias guerras internas, y otras cuestiones.

Por esos motivos, los dioses dieron un aviso, por medio de los sacerdotes de Darka, al Rey Gurdim, que iba a morir sin descendencia, que la persona que recuperara el hacha de metal estelar, se convertiría en Rey.

El rey Gurdim, informo a todo el Reino, y muchos fueron los enanos que emprendieron, una búsqueda infructuosa durante largos años.

El rey finalmente murió, y los enanos se quedaron sin rey durante una década...
Hasta que un día, un joven enano, llamado Turok Onok!!, viajero y aventurero, de desconocida procedencia, llego al reino con sus amigos humanos... y en sus manos para sorpresa de todos, portaba el hacha!!!

De donde procedía, no lo dijo nunca, y como lo había encontrado poco dijo, pero la profecía estaba escrita, y por ese motivo se convirtió en Rey.

El Rey devolvió el honor a los enanos y reestructuro la sociedad, saneo los problemas entre clanes...

Después de esos hechos los enanos han tenido una época de paz hasta los nuevos tiempos, en los que la oscuridad se levanta en el horizonte…

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Organización al habla

Buenas gentucilla!

Que no haya sustos cuando entréis y lo encontréis diferente... he estado haciendo unos pequeños cambios, que espero os gusten.

Se admiten sugerencias ^^

Un besito desde la centralita de configuración :P

Diario de abordo (4)

Durante todo el fin de semana, disfrutaron de un tiempo juntos que hacia mucho que no tenían, recordando muchas aventuras que habían vivido juntos o separados.

Desde los últimos viajes con sus amigos Xaharilian, y Kalendar, hasta las ultimas misiones antes de firmar el contrato con los Jedis, llevando a Caza recompensas a algunos lugares de dudosa reputación, o transportando distintos tipos de cargamentos. Parecía que Xarux y Ellen, ya habían vivido muchas aventuras, y a pesar de los inconvenientes, habían salido bastante bien parados en la gran mayoría.

Durante una época los trabajos para los Jedis fueron muy escasos, por una necesidad de distanciamiento entre ambas partes, y aunque el consejo había recurrido a él cuando le necesitaban, tuvieron que aceptar todo tipo de misiones, aunque esa situación había cambiado desde hacia poco tiempo, a causa de un aumento significativo de peticiones al consejo de ayuda, en distintos lugares de la galaxia, así que la tripulación del Leviathan habían firmado un nuevo contrato con el consejo Jedi, para estar a plena disposición para ellos, a cambio de un sueldo fijo, además de los sueldos por misión que recibían, para llevar a los Caballeros a los lugares que requiriera de su presencia.

El contrato firmado con el Consejo Jedi, y la cantidad de vuelos que tenían en esta ultima época les había traído muchos beneficios, el Mon-Calamari, había pensado en retirarse un par de veces, pero la energía, y las ganas de conocer nuevos lugares de Ellen, además de lo feliz que eran los dos viajando por la galaxia, pesaban mucho en la conciencia de Xarux, como para permitirse pensar seriamente en retirarse...

Los dos pilotos enseñaron todas las mejoras realizadas a la nave en la ultima época, entre las que estaban un sistema de camuflaje, un sistema de Hiperpropulsion mejorado, unas torretas de cuatrilaser mejoradas y alguna otra mejora más técnica, además habían comprado una nueva unidad R2, aunque Xarux se oponía a la compra, ya que seguía empeñado en encontrar a R2-S6, su antigua unidad R2, que fue robada, y nunca apareció. Aunque no hay pruebas concluyentes de quien la robo, Xarux siempre ha echado la culpa al "Hermano de Hover", cierto personaje que siempre se ha interpuesto en los planes de los Jedis.

Su nueva unidad R2, R2-W7 es mucho más redondeada, de colores blancos y verdes, y aunque Xarux no lo admitirá nunca, parece mucho más eficiente que la anterior, y entre los 3 hacen un grupo inigualable a los mandos de la nave.

Varios días después "The Leviathan One" regreso a Corustcant, a emprender una nueva misión, parecía que de nuevo iban a emprender un viaje con sus viejos amigos Xaharilian, y Kalendar-Ar, además del nuevo Padawan de Kalendar, Torin...

(Continuara...)

The Leviathan strikes again



Ellen y Xarux llevan unos días aterrizados en el templo Jedi. Hace una semana que fueron llamados para una misión, y como viene siendo habitual, llegan con adelanto, así que aprovechan para ir de compras por la urbe coruscantiana.

Cuando por fin son llamados para informarles de la misión, es como siempre, el Maestro Alec quien los recibe. Parece de buen humor, y explica mientras todos toman un refresco:

- No os aburriré con detalles. Llevaréis a Xavier al sistema Pzob. Una disputa entre dos tribus de Gamorreanos por el poder del planeta nos ha llevado ya demasiado tiempo, y no es una raza muy dada a la negociación. Es hora de actuar con un poco más de... contundencia.
- Xavier se las pinta solo para ese tipo de negociación, jeje. - contesta Xarux.
- Sin duda - sonríe el maestro. Está siendo un gran aprendiz de Experto en Armas Jedi. Pronto me superará. Nunca había visto a alguien como él. Rápido, fuerte. Es un auténtico guerrero.

En las palabras del maestro jedi hay algo más que respeto por su alumno. Admiración.

- Se supone que una vez se inicien las, ejem, negociaciones, la misión dure poco. Estad atentos para volver cuanto antes, hay más sistemas que requieren de su presencia.
- Ya sabe que sí, jefe. Tenemos la nave más rápida de la Galaxia y los mejores pilotos...

El maestro amplía su sonrisa, y asiente.

- Que la Fuerza os acompañe. - dice a modo de despedida mientras hace una reverencia.

Unos minutos después, Xavier, o como ahora le llaman todos, el maestro Muros, sube a la nave y os saluda. El físico del joven caballero jedi es impresionante. Cerca del metro noventa de alto, posee una envergadura digna de un gamorreano, y la gracia en sus movimientos de un kel dor. Aunque ahora viste la túnica de los jedi, se pueden adivinar sus poderosos músculos debajo. Cuando Ellen va a darle un abrazo, el joven la levanta del suelo con una facilidad inusitada, como quien levanta un plato.


- Ey Xavi, me alegro de verte. - la chica dibuja una enorme sonrisa en su rostro.
- ¡Ellen! Sigues tan pequeña como bonita - contesta el muchacho mientras sonríe.

Ella se sonroja ligeramente, y da la vuelta.

- Voy a ir preparando el ordenador.
- De acuerdo, peque. Me alegro de verte, Xavier. Sigues tan fuerte como siempre.
- Jeje. Ya sabes. Un poco de filosofía y un mucho de gimnasio.

Cuando la nave aterriza en Pzob, Xavier toma su equipo, incluyendo sus 3 sables láser. Desde que es aprendiz de experto en armas, ha desarrollado un especialmente demoledor estilo de combate en el que sostiene un arma en cada mano, y controla otra con la Fuerza.

-No creo que tarde. Mantén la nave caliente - dice Xavier mientras baja por la rampa.

Pasa un día lentamente, mientras los pilotos se aburren y navegan por la Holored. Y entonces llega el mensaje desde Coruscant.

- ¿Xarux? Aquí maestra Tierra.
- Adelante.
- Volved a Coruscant. La situación se ha puesto un poco peliaguda y vamos a mandar un equipo Jedi de apoyo.
- ¿Y Xavier?
- El equipo de apoyo lo recogerá. No hay tiempo para explicaciones. Despegad inmediatamente.
- Pero...
- U obedecéis la orden, o romperemos el contrato. No más preguntas.

Los pilotos despegan el Leviathan, que emite un sonido extraño en el hiperpropulsor cuando la hacen tomar la velocidad luz. Como si llorara.

Al llegar a la capital de la República, no es Alec quien recibe al grupo. En su lugar el maestro Dooku, miembro del consejo también, les espera en la pista.

- Xarux, supongo. Mi nombre es Dooku.
- Encantado- dices mientras os estrecháis la mano.
- Tengo malas noticias, así que será mejor que pases y te sientes.

Cuando todos están acomodados en una sala de reuniones, Dooku confirma lo que el mon-calamariano sospechaba.

-Xarux, Xavier ha desaparecido. Hemos enviado un equipo jedi a buscarlo, pero no tenemos muchas esperanzas de encontrarlo con vida. Si el equipo jedi fracasa, tendremos que darlo por muerto.
- ¡¿QUÉ!?
- Lo siento mucho.

Xarux no reacciona. Está demasiado conmocionado. Después de un minuto, por fin pone en orden sus pensamientos, y comienza a hablar.

-Pero, pero... ¿por qué no se me dijo antes? ¿POR QUÉ NO ME LO DIJISTEIS ANTES DE VENIR?
- Era peligroso, Xarux. No sabemos lo que le ha ocurrido a Xavier. Temíamos que os ocurriera lo mismo... decidimos que lo mejor era dejar esto en manos de otros jedi.
- Pero...
- La decisión es firme. Tómate unos días si quieres antes de reanudar las misiones, mañana o pasado tendremos los informes del equipo. Diré al Maestro Alec que os mantenga informados.

Tras esto, Dooku se levanta y deja solos a Xarux y a Ellen. Ambos permanecen callados y con la mirada perdida un buen rato. La puerta vuelve a abrirse, y entra Xaharilyan, que como es habitual, lleva su capucha puesta, aunque se la quita al sentarse a vuestro lado.

- Yo... lo siento.

Silencio.

La puerta vuelve a abrirse. Es el maestro Alec, que tiene la boca abierta y luce una expresión absurda.

- Me acabo de enterar. Xaharilyan, tú... ¿has sentido...?
- No, maestro.
- Yo tampoco. No puede ser. No puede ser.

Unos días después, se confirman los peores presagios. El equipo jedi destinado a Pzob vuelve con las manos vacías. El templo oficia un funeral por el joven jedi, al que el Maestro Alec no asiste.

A pesar de que cuesta volver al trabajo, poco a poco los dos pilotos se reincorporan al servicio del templo. Tan ocupados están, que cuando el maestro Alec pide en secreto a Xaharilyan y Kaleen-Da-Ar que viajen a Pzob, tiene que recurrir a otro piloto para que les lleve. Pero eso, es otra historia...

Diario de abordo (3)


Tras un corto trayecto hasta los hangares del templo Jedi, los dos amigos llegan hasta una nave marcada en su casco con muchas cicatrices de haber realizado demasiados vuelos y haber sobrevivido a muchas aventuras, en la que se puede leer "The Leviathan One"...

Se encaminan hacia la rampa de acceso que está bajada, y entran...
En la sala central de la nave se escucha una voz de una chica joven dando voces a una unidad R2...

Ellen - ¡¡R2!! ¡¡¡Trae las tortitas del Microondas!!! Deja de hacer el bobo, que Xarux estará al llegar, y me dijo que traería visita!!

Por el comunicador interno de la nave se escucha la voz de Xarux... Mientras la rampa de entrada vuelve a la posición inicial...

XrX - ¡¡Peque, ya estamos aquí, y el Maestro esta hambriento!!

Al llegar a la sala principal, se encuentran con Ellen, una chica joven, vestida con un mono de mecánica, el pelo recogido en coletas, que esta colocando platos en la mesa y llevando cosas desde la cocina...
Ellen para y se acerca a dar un abrazo al Maestro, gesto que a pesar de que se ha vuelto una costumbre, no deja de sorprender al Jedi...

M.A. - Buenos días Ellen. Cuanto tiempo sin verte. Estás muy guapa.
Ellen - Buenos días Maestro, hacia mucho que no nos veíamos... - Dice, mientras se sonrojan sus mejillas.

Los tres se sientan a la mesa, el Maestro Alec se quita la túnica dejando a la vista su brazo mecánico, y su rostro marcado por una cicatriz que cruza su nuevo ojo cibernético, que ya no llama la atención a sus amigos.
Durante la mañana, la extraña pareja de pilotos, cuentan al Maestro Alec, sus aventuras por toda la galaxia desde la última vez que se vieron, que había sido poco después de que éste regresara de su accidentada última misión, y decidiera retirarse del servicio.
Ellen y XaruX habían estado bastante ocupados desde que firmaron un contrato con el Consejo Jedi, ya que el Leviathan se dedicaba a llevar Jedis a los lugares donde éstos eran necesarios, que desde un tiempo, cada vez era en más lugares, con unas misiones lo más diversas...
Parecía como que la galaxia entera estuviera volviéndose loca, y los Jedis intentaran traer la cordura de nuevo.

Tras el desayuno, Ellen insistió en llevar al Maestro a conocer su casa en Corellia.
XaruX y Ellen, poco después de lo de Xavier, habían decidido pasar un tiempo en algún lugar, para reparar y modificar la nave lo mejor posible, y para intentar traer un poco de calma a sus vidas.

Y qué mejor lugar para hacerlo que Corellia, un planeta precioso, con unas playas maravillosas, y por supuesto con unos de los mejores astilleros de la galaxia, aunque no pueden compararse con los de Mon-Calamari, pero como no querían separarse demasiado de Coruscant, buscaron un planeta cercano.
Su nueva casa era una granja a poca distancia de las playas doradas de Corellia, con un hangar privado, y una casa bastante cómoda, además habían construido una gran piscina, así que era un lugar perfecto para pasar unas vacaciones.

El Maestro Alec, era el único Jedi que conocían la existencia de esta granja, ya que los pilotos preferían mantenerlo en secreto, por si sucedía cualquier cosa. Aunque solo había estado una vez en ella, cuando la compraron, y las cosas habían cambiado mucho desde entonces por allí.
Así que el Maestro decidió aceptar la invitación.

M.A. – Siempre es un placer volver a viajar en el Leviathan.

(Continuara...)

Una nueva aventura a bordo del Leviathan



Aunque aun no caen gotas sobre Coruscant, unos nubarrones entre gris y verde amenazan lluvia ácida. Apenas se apagan los motores del Leviathan, Xarux desciende por la rampa y accede al templo Jedi, donde el Maestro Alec le espera.

- Bienvenido, Xarux. Pasa y ponte cómodo. ¿Te apetece algo?

- No, gracias, jefe.

Ambos caminan por un pasillo iluminado con luz blanca, y finalmente entran en uno de los Salones de reuniones. Mientras el piloto toma asiento, el jedi observa meticulosamente las paredes, y cierra los ojos durante unos segundos, concentrándose.

- ¿Qué tal sigue Ellen?

- Bien, bien. Está en la nave actualizando el mapa.

- Estupendo, me alegro. Aunque la misión de hoy nos llevará a un viejo conocido.

- ¿A dónde?

- Pzob.

El Mon-Calamari tuerce su rostro en una mueca. El semblante del Maestro Jedi también es más serio.

- Lo sé, Xarux. Pero es algo que tengo que hacer. No puedo quedarme cruzado de brazos mientras el Consejo discute si enviar a alguien o no.

- Xaharilyan me dijo que te metiste en un lío con el consejo por mandarles a ellos…

- Ese es mi problema. Tú eres mi piloto. Déjame a mí los asuntos de los Jedi.

El Leviathan surca los cielos de Coruscant buscando su atmósfera, mientras los tres amigos se abrochan los cinturones.

Cuando la nave aterriza en el planeta Pzob, Xarux comienza a tomar sus armas y equipo.

- ¿Dónde crees que vas?

- Contigo. Esto es algo que yo también tengo que hacer…

- No, amigo. Este sitio es peligroso. Xavier no ha vuelto a ser visto. Xaharilyan y Kalen-Da-Ar no encontraron más que falsas pistas y problemas. Tú te quedas aquí cuidando la nave y a esta hermosa muchacha. – dice mientras con un gesto de la cabeza señala a Ellen, que se sonroja. – No tengo ganas de tener que volver pilotando yo.

- Pero jefe…

- Pero nada. – El tono del jedi es cortante, y no admite discusión.

- Está bien, pero llame si necesita ayuda – contesta el piloto mientras le arroja al Maestro Alec un intercomunicador.

- Lo haré.

Dos días después…

- Voy a buscarlo. No ha dado señales de vida.

- Pero Xarux, dijo que nos quedáramos en la nave…

- ¡Lo mismo dijo Xavier! ¡Y mira lo que le pasó! – Xarux ha levantado el tono de voz, lo que ha asustado un poco a la muchacha.

- Yo…

- Lo siento, peque. Estoy un poco nervioso. Eso es todo.

Justo en ese momento, se oye el comunicador.

- Xarux… (interferencias)… ahí?

- ¿Maestro? ¿Me oye?

- …denadas cero cero tres cinco…

- Repita Jefe, no le escucho bien…

- …cinco cero dos siete…

Tras esto, se oye el inconfundible sonido de un sable láser chocando contra otro, y se pierde la comunicación.

- ¡Arranca este cacharro, Ellen! ¡El Maestro está en peligro! ¡Maldita sea mi tinta! ¡No tengo las coordenadas!

La muchacha comienza la secuencia de despegue, y sorprendiéndose a sí misma por sus palabras, dice:

- Sé donde está.

Cuando Ellen decide comenzar el aterrizaje, sólo se ve un edificio quemado a unos metros, que aunque no arde, aun humea. Apenas la nave toma tierra, la muchacha coge su bláster, se lo ajusta al cinturón, y sale de la nave a toda prisa.

- Pero peque, ¡espérame!

Al lado del edificio yace el Maestro Jedi, con una grave quemadura en la cara, y su brazo derecho amputado casi a la altura del hombro. Su espada láser está junto a él. Cuando los pilotos se acercan a él, babucea algo…

- Es imposible, están extinguidos…

Al llegar a Coruscant una lluvia sosegada pero continua cae sobre el planeta. Por suerte no es ácida. El Jedi ya se encuentra mejor, y aunque con una extremidad menos y la cara desfigurada, está consciente y en relativa forma.

- Gracias por todo Xarux. Eficiente como siempre. O más. Supongo que te debo algo más que una carrera. Y a ti también – dice mirando con su ojo sano a Ellen.

La muchacha enrojece y baja la mirada, y el jedi levanta su rostro suavemente con su mano izquierda, y por un momento sostienen la mirada, hasta que Ellen la aparta hacia un lado. Alec esboza una imperceptible sonrisa, y retira con cuidado su mano.

- Es curioso como a veces, uno ve más con un solo ojo que con todos los del Templo. Pero supongo que no es ese tu destino.

- ¿De qué habla, maestro? –responde confusa la chica.

- La Fuerza es poderosa en ti, Ellen. Pero no todos los que la sienten deben ser entrenados como Jedi. Sin embargo, si tenemos tiempo, quizá yo pueda darte un par de lecciones… Hasta entonces, será mejor que lo guardemos en secreto.

Xarux tiene la boca abierta, y el Jedi le sonríe.

- No te preocupes, amigo, no la reclutaremos, su destino corre lejos de la senda del Jedi.


Los tres están empapados, y aunque para el Mon-Calamari más que un problema es una bendición, a los humanos les ha empezado a temblar el cuerpo.

- Será mejor que vaya a que me miren esto – dice Alec mientras se señala el muñón del brazo.

- Claro, jefe.

- Cuidaos mucho, y que la Fuerza os acompañe.

- Adiós… - se despide Ellen levantando un poco el brazo y sin dejar de mirar como el Maestro Jedi camina hacia el templo.








Diario de abordo (2)

La mañana despierta soleada en Coruscant, la densa nube de contaminación parece que se abre sobre los jardines del Templo Jedi...

Una estatua de una persona agachada cubierta por una túnica, muestra el lugar donde están enterrados los restos de Sheryl, y a su lado una lápida recuerda la muerte del joven Jedi Xavier.

Una figura vestida de blanco camina por el jardín, sus pasos tranquilos se dirigen hacia la zona donde descansan los restos de sus amigos Jedi...

El sonido de los pasos, se mezcla con el sonido de sus armas láser al chocar entre ellas, con el ruido lejano de Coruscant, el ruido de las fuentes del jardín...
Todo en una calma extraña para una ciudad como esta... pero el Templo Jedi, siempre ha sido diferente...

La figura llega y se sienta en un banco frente a las lápidas, tras unos minutos en silencio, una figura se acerca desde una entrada cercana del templo...

Es el Maestro Alec, tapado por una túnica, que camina tranquilamente y se acomoda al lado del visitante...


Maestro Alec - Hacia mucho tiempo que no venias por aquí, Xarux...

Xarux - Ya sabe jefe, el trabajo me tiene muy liado, y últimamente nos movemos mucho.

M.A. - Sabía que hoy vendrías, hace 4 años de lo de Xavier.

XRX - Ya sabe que nunca falto en el aniversario. Es algo que le debo.

M.A. - Xarux, tú no tienes la culpa, y lo sabes. No puedes hacer nada, la voluntad de la Fuerza es algo difícil de combatir.

XRX - Siempre se puede hacer algo más maestro, debí acompañarle, no debí dejarle ir solo...

M.A. – Sabes que no era esa tu misión. Castigándote por su perdida, no lograrás nada.

XRX - Quizá tenga razón, pero aun así se lo debo, él me salvo la vida en más de una ocasión.

M. A. – Déjame decirte algo, amigo. A los Jedi se nos enseña a no llorar a los muertos, porque tenemos la creencia de que al morir, nuestro espíritu pasa a formar parte de la Fuerza. Con lo cual la muerte es relativa, y se podría decir que los lejanos están con nosotros de alguna manera. Y de alguna manera, Xavier sigue con
nosotros…

XRX - Xavier siempre estara conmigo...


Las dos figuras se quedan en silencio durante unos minutos, el silencio se adueña de todo el jardín...
Por fin Xarux se levanta...


XRX - Jefe, ¿ya ha desayunado?, Ellen prepara unas tortitas estupendas, además la prometí que volvería pronto...

Alec Sonríe.

M.A. – No es necesario que me llames jefe. Estaré encantado de probar esas tortitas... y de saludar a Ellen.

Los dos amigos se despiden con una reverencia de las lápidas, y se alejan por el jardín rumbo a los hangares.

(Continuara...)



Tras esto, se vería el plano bajando, y el Leviathan entrando por la parte baja de la pantalla, con un planeta de un color azul verdoso de fondo.

Cabina del Leviathan, una chica menuda, que viste un mono de trabajo remangado, acciona varios controles mientras los insistentes "beep-beep" del panel de control constituyen el sonido ambiente.

Llamada entrante. Un holograma de una atractiva y joven Twi-Lek aparece en pantalla.
-Aquí base de Zhar. Identifíquese, por favor.
-Leviathan One, procedente de Coruscant, 3 pasajeros Jedi a bordo, y 2 miembros de la tripulación. 1 astrodroide - responde con voz suave la piloto.
-Roger. Permiso para aterrizar en plataforma 2. Proceda.
-Gracias, cierro.
La muchacha acciona un comunicador interno.
-Xar, estamos llegando, ya tengo en pantalla las coordenadas de aterrizaje.
-En seguida voy, peque. (bostezo) ¿No es muy pronto?
Ellen sonríe.
-Una que sabe programar bien las rutas. Llegamos con 12 horas de adelanto sobre la ruta prevista.
-Lo que pasa es que tienes un comandante espectacular.
-Claro, claro. ¿Despiertas tu a los chicos?
-Sip, ahora voy.

A los quince minutos, Xarux el Mon-Calamariano, Xaharilyan y Kalenda-Ar, caballeros Jedi, y su(s) padawan, están en cubierta, y listos para afrontar su importante misión...

Diario de abordo (1)

Retomamos la partida de StarWars, y con ella vuelven las aventuras, los relatos, y las risas...
Ire poniendo por aki "El diario de abordo" por llamarlo de alguna forma, escrito por XaRuX, igual ke lo pondre en el foro.

Para kien no lo conozca, XaRuX, es un Mon-Calamariano, piloto de "The Leviathan One", una YT-1100, (Modelo predecesor del Modelo YT-1300, famoso por ser el modelo del "Halcon Milenario"). Su compañera de vuelos desde hace unos años se llama Ellen, una joven humana, ke se cruzo en la vida de Xarux, y desde entonces se han convertido en un equipo perfecto...

Desde hace relativamente poco tiempo se ha unido a la tripulacion un droide, R2-W7, para la astronavegacion y similares...



El trabajo principal de XaRuX, es "transportista" aveces de personas, aveces de mercancia, en muchos casos de dudosa reputacion... Es un trabajo con algo de riesgo, pero ke no tiene riesgo en estos tiempos...

Desde la firma de un contrato con el Consejo Jedi, los trabajos de XaRuX, han estado casi totalmente a llevar a Jedis a los lugares donde se requeria su presencia.

Ahora parece que sus antiguos amigos Jedis, le necesitan de nuevo... asi que...

Allá vamos otra vez...




Allá vamos otra vez... volvemos a las aventuras...

Primero todo es muy bonito, ohh!!, ahhh!!!, pero luego todo son carreras y disparos, y no me gusta ke nadie dispare a mi nave...

Volvemos a reunirnos los viejos amigos, unos mas deteriorados ke otros pero juntos de nuevo, ahy gente nueva, y se echa de menos a los ke ya no estan...

Pero aun asi miramos hacia adelante, y encendemos motores...

Peke preparalo todo, nos vamos... y esta vez no dejes al droide en tierra...



Fdo: XaRuX, Piloto del "The Leviathan One"