Del Maestro Alec a Xarux



Tus visitas al templo Jedi en Coruscant son relativamente frecuentes, y aunque nunca has tenido problemas para aterrizar y despegar en el templo, hoy es un poco diferente, porque por primera vez desde que viajas sólo, un maestro Jedi te recibe a ras de pista...


-Muy buenas tardes, amigo Xarux - dice el Maestro Alec, mientras hace una reverencia.
-Buenas, Maestro Alec -Contestas.
-Siempre es un placer verte por aquí, pero hoy mucho más - sonríe - porque has llegado en el mejor momento posible. Has de hacerme un enorme favor, tengo que viajar al sistema...
Un susurro apenas audible, y menos aun cuando se percata de que no estás sólo, interrumpe al maestro jedi.
-Xarux, creo que el ordenador vuelve a fallar - apenas podeis oir sus últimas palabras.

Una joven muchacha, de unos 17 años, bajita, embutida en un mono de trabajo lleno de grasa, y que sin duda pertenecía a alguien mucho más alto que ella, se ha quedado a media rampa de bajada en el Leviathan. Te mira entre asombrada y curiosa, ya que nunca antes ha visto un Jedi. Es su primera visita a Coruscant, y a pesar de que le has contado que no son tan gran cosa, ella se sigue sintiendo fascinada por la filosofía Jedi y sus leyendas.
Tiene el pelo largo, castaño y liso, mirada risueña y unos bonitos ojos marrón miel.

-Vaya, si traes compañía, amigo mon-calamari - exclama el jedi - No estaba al tanto de esto. Un placer señorita, mi nombre es Alec Hae-Shra - dice mientras la dirige una nueva reverencia - Todos los amigos de Xarux son bienvenidos aquí. Por favor, pasad, tomaremos algo tranquilamente y quizá Xarux me pueda explicar... - dice mientras te guiña un ojo y os hace señas para pasar.

La muchacha adquiere la tonalidad de un tomate maduro cuando el maestro Alec se dirige a ella, y no logra articular palabra. Después de un pequeño titubeo, la haces un gesto significativo con la cabeza, así que termina de bajar la rampa y te sigue con la cabeza gacha, mientras entrais al templo y la nave se cierra al mandato de tu control remoto.

-Así que la encontraste en el sistema Ylesia... pobrecilla. Y dime, ¿qué demonios hacías tú en el espacio Hutt?
-Eh... bueno, verá maestro, yo... ella... Usted ya sabe... Bueno... La nave... ¡Argh! ¡Qué demonios! Yo sólo trataba de buscarme algunos créditos extra mientras me volvían a contratar.
-Ya veo - el maestro Alec exhibe una sonrisa de oreja a oreja, en la que distingues quizá cierto... ¿beneplácito? - Pues no me parece la mejor manera de ganarse unos créditos entrar en un sitio tan peligroso, y menos aún cuando tu nave es especalmente reconocida, y no especialmente bien recordada, en esos planetas...
-¿Reconocida? ¿De qué habla? - Ellen ya se atreve a hablar, aunque sigue haciéndolo a un tono muy bajito.
-Oh, cosas del antiguo compañero de Xarux, querida -responde Alec sin apartar la sonrisa de su cara- digamos que no se llevaba bien ni con los Hutt, ni con los rhodianos.
-No me dijiste nada de eso- dice mientras te mira.
-Bueno... yo... Hover y sus problemas con el Cercenador ya no son cosa mía, ¡¡POR SU CULPA CASI PIERDO LA NAVE TRES VECES!! Pero la nave es mía... y no me voy a deshacer de ella.
-Por supuesto que no, Xarux. Sólo decía que me parece extraño que campes a tus anchas por el espacio Hutt. Parece que sabes más de lo que aparentas, ¿no es así, amigo mon-calamariano?
-Claro que sí - respondes como si la duda te ofendiese.
-Claro, claro. Eso me vendrá bien para la misión que te quería encargar. Pero de eso hablaremos más tarde. Sigue contándome más a cerca de cómo conociste a Ellen.
-Si claro, jefe.
-No es necesario que me llames jefe. Al menos de momento.
-Claro, jef... maestro Alec. Pues resulta que yo iba caminando por la calle, tan tranquilamente, y bueno, ya sabe, andar por esos planetas tu sólo es un poco peligroso... por eso yo iba con mis 6 sentidos a pleno rendimiento...
-¿Seis?
-Pues claro. Los mon-calamarianos tenemos además de los 5 normales, el sentido común siempre alerta.
-Muy sabio.
-Por supuesto. A lo que iba. Yo creo que fue precisamente el sentido común el que me advirtió de que algo no iba bien. Como si mi bolsillo pesara menos.

A estas alturas de conversación, el color rojo vuelve a subir a las mejillas de Ellen, que ya no sabe donde meterse. Antes de tomaros algo con el Maestro Alec, ella se ha duchado y limpiado, y aprovecha que lleva el pelo suelto para taparse la cara con él lo mejor que puede.

-Ya sabe, jef... Maestro, algo no iba bien, y mis sentidos calamarianos detectaban el peligro... ¡Hasta que me di cuenta de que me habían robado la cartera! ¡Mi preciosa cartera de piel de Kilfar importada de Tanaab! Me puse hecho una fiera, y vi una sombra que se alejaba por el callejón... La perseguí, y por suerte, se dirigía cerca de donde estaba aterrizado el leviathan. Así que cogí la moto y la pillé en menos que se tarda en decir estrella fugaz...
-Interesante. Sigue.
-Bueno, al principio la amenacé con matarla si no me devolvía la cartera - ahora el avergonzado eres tú- pero luego en seguida se me ablandó mi húmedo corazón. Mírela, maestro, es tan mona... incluso para ser humana, quiero decir.

El Jedi posa su mirada en la muchacha, que recupera de nuevo el aspecto de un tomate.

-Sin duda. ¿Así que la perdonaste la vida porque era guapa?
-Bueno, no exactamente. Ella, no sé. Tenía algo. Me dio buena espina. Y yo suelo fiarme de mis primeras impresiones. Así que la dije que si tenía hambre, la podía invitar a un bocadillo en mi nave. ¡Siempre que no fuera de calamares, claro! -exclamas ofendido.
-Es una pena que no hayas probado ese manjar. Tus primos están deliciosos. - el Maestro rompe en una carcajada, y finalmente reís los tres.
-Bueno pues eso. La hice un bocadillo y como ya era tarde, la permití quedarse a dormir. ¡Al principio pensé que sólo sería esa noche!
-Creo que ya empiezo a entenderlo todo. Continúa.
-El caso es que me desperté pronto a la mañana siguiente. Como su aspecto era bastante lamentable, decidií comprarle algunos detallitos en el centro comercial. Ya sabe, un par de camisetas y eso para que tirara los trapos con los que iba. Se los dejé en la habitación y fui a trabajar al ordenador de cubierta.
-Me hizo mucha ilusión la camiseta que ponía en grande "Sexy Devil" Era muy hortera, pero divertida - recuerda con una sonrisa Ellen.
-Si bueno, supongo que no tengo muy buen gusto para ropa humana.
-Quizá te falle el gusto por lo femenino en vez por lo humano, Xarux - ríe Alec.
-¡Bah! Paparruchas. Las calamarianas se me rifan allí en mi planeta...
-No lo dudo. Sigue.
-Bien, ahora viene la parte difícil... Bueno ella se levantó, me agradeció la ropa y desayunó. Yo tenía que marchar urgentemente a una reunión... de trabajo, ya sabe, porque por atender a Ellen no había podido ir la noche anterior... El caso es que al abrir la puerta, mientras nos despedíamos, me dispararon en un brazo... casi no me dio tiempo a cerrar la puerta de nuevo. El disparo me había dejado el brazo inútil. Y bueno, ellos... ya estaban corriendo hacia las suyas para usarlas como abrelatas con mi querido Leviathan...
-Interesantes trabajos. Sigue.
-El caso es que le pregunté a Ellen si sabía pilotar. Necesitaba salir de allí pitando, y ella era mi única esperanza...

Ponemos velo de blanco y negro, y hacemos un pequeño flashback...

-¿Sabes pilotar?
-Nunca he cogido algo tan... grande.
-Pues tienes que hacerlo hoy. Por favor... [Aún hoy no comprendes por que ella aceptó en lugar de salir corriendo. Ella tampoco]
-Bueno no sé... indicame qué tengo que hacer...
-Toca ese botón de ahí. ¡No! Ese no. El verde. ¡El otro verde! Eso. Bien. Ahora fija la secuencia de despegue.
-¿La qué?
-¡Aghh! [cada vez te dolía más el brazo] Dale ahí. Y ahí. Ese botón, muy bien. Mejor no nos molestamos en pedir permiso. Ahora acelera.

Volviendo al presente...

-Y eso es lo último que recuerdo.
-¿Cómo?
-Jeje. Me desmayé por el dolor. Desperté una semana más tarde en la cama de mi camarote. Mi herida estaba vendada y la nave estaba quieta. Estábamos en Mon-Calamari.
-Vaya, así que llevaste a Xarux a casa. ¡Increíble!
-Sí, eso pensé yo también.
-No se me ocurría dónde pedir ayuda, así que como era calamariano decidí poner rumbo allí...
-¿Sin ayuda? Es verdaderamente impresionante.
-Bueno, me leí el manual de la nave...
-¿Ese monstruo de 2500 páginas?
-Sólo las de fijar coordenadas.
-Jaja. Fantástico. Y... ¿Cómo dejaste atrás a vuestros perseguidores?
-Bueno un par de maniobras mientras leía, y un poco de ayuda de R2, y todo listo.
-Realmente me dejas perplejo, Ellen. A tu edad el maestro Jei-Kwan, que era nuestro mejor piloto, apenas si podía despegar una nave...
-Gracias. -Vuelve a bajar la mirada, llena de orgullo y avergonzada.
-No hay de qué. Es fantástica vuestra historia... Primero, salvas a una chiquilla de la calle, y después, ella te salva la vida... Eso debe unir mucho... -Ellen y tú os mirais y sonreís- Ya veo que sí. Y eto ocurrió hace...
-Errr casi un año- dices mientras intentas recordar.
-Vaya, no me había dado cuenta que había pasado tanto tiempo desde la última vez que viniste. Pero bueno, estarás deseando ver a tus compañeros... Xaharilyan y Xavier están de vuelta de su excursión. Pronto el consejo tiene previsto darles una nueva misión, y seguro que quieren contar contigo. Kalenda-Ar también anda por el templo. y Gareshi creo que regresará en unas semanas. Por supuesto estáis invitados a quedaros... Mañana hablaremos de mi misión, es sencilla, un pequeño viaje de ida y vuelta, asuntos personales. Por supuesto, viaje remunerado- Te guiña.
-Sin problema- respondes.
-Bien, pues si no me necesitáis, voy a preparar el equipaje. Ha sido un placer verte de nuevo, viejo amigo. Y un placer conocerte, Ellen. Que la Fuerza os acompañe. -Os dedica una última reverencia, y os deja sólos en el salón.
-Ven, voy a presentarte a Xaharilyan y a Xavier, seguro que se alegrarán de verme...
Ellen sonríe.
-¿Son guapos?

5 comentarios:

Yashiro dijo...

Me encanta este relato...

Pocierto tuve ke poner asi el Maestro_Alec, y a XaRuX asi... nose porke, pero de otra forma daba problemas...

Bueno de todas,ya esta...

Enga pos eso...

Muchas Thanx por el relato...

Cya!!!

Thran dijo...

Xaharilyan es tremendamente atractivo, y desprende un olor peculiar y embriagador jeje :P

AlecTm dijo...

Xaharilyan tiene el atractivo del "chico malo y misterioso que suele terminar mal"

Thran dijo...

Es su encanto natural :P

Yashiro dijo...

Pero ke wapetona es mi ninia!!!

XaRuX Rules!!!!

Y The Leviathan One Rules more!!!!

jejejeje