Mi historia, por Kargúm.

Mi nombre es Kargúm Sürat, y parece que queréis saber mi historia, así que os la contare.

No soy ningún barba-larga, pero tampoco un barbilampiño que no haya salido de su hogar, nací en Barak-Varr, la mejor fortaleza enana que existe, donde la roca y el mar luchan día a día, así es nuestra vida en ella, un lucha continua, contra los pieles verdes, y los skavens.

Mi padre era marino, y siempre viví en la orilla del mar, llevo agua salda por sangre, y mis pies no han estado secos desde hace mucho tiempo. Desde joven me embarque en viajes a cualquier puerto, protegiendo la carga y a sus ocupantes.

Siempre he sido un poco bruto, por eso se me da tan bien mi trabajo. Cuando conocí a mi esposa, supe que tendría que moderar mis costumbres y dejar de divertirme tanto como antes, pero ella merecía la pena. Ella también tenía el mar en su sangre, y en sus ojos…

Un día en un viaje rutinario a Matorea, fuimos sorprendidos por una tormenta que nos arrastró hasta la costa oriental del Golfo Negro, a tierras orcas.

Cuando conseguimos controlar el barco, nos topamos de frente con un barco pirata orco, que nos abordó.

Luchamos contra ellos, y mientras yo protegía a mi esposa en la proa del barco, encallamos en las rocas. Ella quedo colgando por la borda, agarrada solamente por mi mano.

Yo con el otro brazo asestaba golpes a un orco, que intentaba arrojarme a mí también contra las rocas.

El destino fue cruel aquel día, yo no la solté, pero ella cayó… llevándose mis dedos, y mi vida…

El barco ardió totalmente y los orcos huyeron, solo tres logramos salir de allí caminando, y regresamos a Barak-Varr.

Los años desde aquel día han estado un poco borrosos para mí, recuerdo muchas cantinas y muchos tipos de cerveza.

Y un día, desperté en el puerto de Aldorf, la gran capital del Imperio. Desde entonces sigo trabajando en los muelles, que tienen bastante movimiento, intento no pasar demasiado tiempo en ningún sitio, y no tengo más que lo que puedo llevar conmigo.

Sigo conociendo muchas tabernas, y descubriendo cuanto echo de menos la cerveza enana…

En mi vida he tenido que poner a prueba mis fuerzas muchas veces, y aunque algunos te dirán que no temo a nada, no es así, simplemente prefiero actuar asumiendo riesgos a quedarme parado y esperar.

Muy herido o cansado tengo que estar para no ser el primero en ponerme frente al enemigo, o atravesar esa puerta de la que desconfían los demás.

Por otro lado, mucha gente cree que soy un borracho, pero ya no, esos tiempos han pasado, he comenzado una nueva etapa en mi vida, conozco mi límite, y aunque me acerco muy a menudo a él, nunca lo sobrepaso.

Ansió el mar mucho más que la tierra, y no entiendo como la gente puede vivir tan lejos de la costa y no conocerlo jamás.

Digo las cosas como las pienso, y por muy mal que me mire la gente si les tengo que decir unas palabras no me amedrento.

No me preocupan los prejuicios de otras razas, mientras no se crucen en mi camino.

Tengo muchos agravios que borrar de mi libro, pero aun no es tiempo para ello.

Poco más puedo decir de mí…

Fdo: Kargúm Sürat


No hay comentarios: