Cartas al Lobo Blanco - 10

Los últimos pasos de Paco.

Las aventuras de nuestro querido Paco, llegan a su fin. Sus viajes desde que salió, hace algo más de 70 años de su hogar, le han hecho cruzar el viejo mundo de un extremo a otro, enfrentarse a peligros de todo tipo, y a todo tipo de enemigos.

Ha sido aliado y enemigo de casi todas las órdenes religiosas del Viejo mundo, lucho contra orcos, skavens, no muertos y vampiros, y esos mismos fueron los que le abrieron los ojos de cómo era en realidad el mundo que le rodeaba.

La lucha de poder que se gesta en pleno corazón del Imperio es muy superior a las batallas políticas o geográficas que centran nuestra atención.

Todo este tiempo hemos ido recogiendo relatos, cartas, memorias y escritos sobre sus aventuras.

En esta ocasión, la última, antes de perder su pista, hasta dentro de diez años donde lo volveremos a encontrar, pero esta vez en Middenheim, será diferente, la ocasión lo requiere, muchas incógnitas merecen una explicación.

Durante los últimos cuatro años, tanto él como Cerina, que en ciertas ocasiones ha sido su rival y en otras ha sido su amante, han estado prisioneros de los orcos, vagando por sus tierras, de un campamento a otro.

Según los últimos informes, siguiendo un plan concebido bajo los influjos del alcohol, de cuestionado éxito.

Durante este tiempo, han realizado varios intentos de fuga y aunque han logrado liberar a varios de los prisioneros que estaban con ellos, siempre han sido capturados de nuevo.

¿Qué ha cambiado en este momento os preguntareis?, ¿qué punto de inflexión en la vida de Paco estamos a punto de presenciar?, como no podía ser de otra forma, una fiesta.

Sus captores les han llevado hasta uno de los campamentos principales en las “Montañas Espinazo del Dragón”, donde el líder de los Orcos Kara Azul, Zronak Ojo Azul, va a recibir a varios emisarios de las tropas del Caos, y ellos van a servir de diversión para los festejos.

En estos momentos del relato, toca dar explicaciones, que hacen Orcos y Guerreros del Caos aliados, que persigue nuestro protagonista en tierras orcas.

Lo último que sabíamos que perseguían eran las reliquias de Mortanius, en las profundidades de su tumba.

Pero ese objetivo ha cambiado, un sueño, una visión, o como queráis llamarlo, acudió a la mente de Paco durante los días que paso al lado del “Black Water”, recuperándose de la experiencia sufrida dentro de la tumba. Esa visión guio sus pasos hacia Barak-Varr, en busca de dos hermanos enanos, los cuales habían “rescatado” un libro de las manos del caos, cientos de años antes, en una expedición que se había adentrado en los desiertos del Caos.

¿Qué secretos escondía el libro? Pocos lo sabían, pero todo lo que rodeaba dicho libro indicaba que podía ser una pieza clave en la defensa o ataque, si caía en malas manos, al imperio.

En Barak-Varr, encontró respuestas y además encontró a una aliada, Cerina, que por motivos no muy ajenos al libro, también había viajado al puerto enano.

Juntos, y tras hablar con uno de los hermanos enanos, descubrieron el paradero de dicho libro.


Según les contaron, los dos enanos habían tenido el libro en su poder mucho tiempo, pero un día, uno de ellos, lo leyó, y algo comenzó a cambiar, meses después emprendió camino hacia las ruinas olvidadas de Mourkain (Morgheim) , una antigua ciudad maldita, en pleno territorio orco.

Varios años después, volvió a pasar por Barak-Varr, y le confió a su hermano que había dejado el libro a buen recaudo, y que ahora su misión le conducía al norte, se despidió y desde entonces no le ha vuelto a ver. Nuestra pareja emprendió el viaje en busca de dichas ruinas, poco tiempo después fueron apresados.

Parecía que todo se había ido al traste, y que localizar el libro iba a ser una tarea imposible si no se libraban de sus captores, pero durante su cautiverio descubrieron algo inesperado.

Los orcos habían entrado en las ruinas de Mourkain, y habían localizado el libro, el cual estaba en poder del líder de “Los orcos Kara Azul”, quien se lo ha ofrecido a los ejércitos del Caos, quienes lo llevaban buscando desde hacía mucho tiempo, a cambio de armas y equipamiento que le permitiría derrotar a sus enemigos y alzarse como un líder al que seguir frente al resto de las tribus orcas.

La suerte, el destino o llámalo como quieras, hizo que Paco y Cerina fueran elegidos junto a varios grupos de esclavos para ser utilizados como diversión en la fiesta.


Lucharían entre ellos y contra bestias en un circo. No era gran cosa, pero era la única forma que tenían de acercarse al libro y a sus actuales dueños.

Su opción era vencer a todos sus rivales en el circo, si lo lograban podrían acceder, durante el banquete final, y así luchar en duelo singular frente a los líderes, que casi con toda seguridad tendrían el libro junto a ellos.

Y así fue, durante los días previos al gran banquete, todos los líderes de tribus menores fueron llegando al campamento Zronak, y presentando sus respetos al gran líder. Todos los jefes traían presentes, esclavos, joyas o armas. Y todos presentaban sus respetos a Zronak.

Los esclavos que iban llegando y los que ya estaban en el poblado, entre ellos nuestros amigos, eran conducidos a unas cuevas modificadas como prisiones.

Un día, cientos de orcos se arremolinaron en las cuevas y marcaron a los esclavos con distintos colores, rojos, blancos, azules, negros, etc… Dependiendo del color con el que les marcaran, serian de un grupo o de otro y algunos colores eran para cierto tipo de juego especial. Todos los marcados de negro por ejemplo, servirían de dianas para los jinetes orcos. Paco y Cerina fueron marcados de azul, y eso significaba que se enfrentarían a los verdes, blancos y rojos en combates, algunos multitudinarios, y otros individuales.

Y así comenzaron los festejos.

Durante cuatro días lucharon contra otros esclavos, elfos, enanos, humanos… y todos fueron cayendo a sus pies. También estuvieron presentes durante los combates entre orcos, que combatían para dar el paso de joven a adulto, y en matanzas de esclavos por los jinetes orcos, que les lanzaban lanzas a los esclavos indefensos, para probar su puntería. Y así llego el ultimo combate, y como era de esperar ganaron, de todos los marcados, solo quedaban Paco, Cerina y dos elfos, que también habían sido marcados de azul.

Fueron vitoreados como vencedores, y aún más al llevar el color azul del líder orco.

Durante la noche del último día, nuestros amigos, fueron conducidos frente al gran líder Zronak, y junto a él estaban sentados un caballero del caos con una enorme armadura, y una sacerdotisa de Slaanesh, solo cubierta por unas finas sedas que apenas tapaban su cuerpo, que sujetaba el famoso libro sobre sus piernas.

El gran líder, se levantó y alzando la voz por encima de los gritos de sus compatriotas, informo que los cuatro vencedores, lucharían a muerte hasta que solo quedara uno, y ese sería entregado como trofeo a sus invitados. Varios orcos con armaduras les entregaron las armas a los combatientes y así comenzó el combate.

Paco, pronunciando unas palabras cubrió su cuerpo mágicamente por una armadura completa negra, y cubriendo a Cerina se encaró a los elfos, mientras, ella comenzó a conjurar. Los dos elfos, cargaron contra él, que esquivando el primer ataque, lanzo un estocada a uno de sus adversarios golpeándole en el cuello, el otro por su parte, le hizo un corte en el brazo.

Los dos se encararon, mientras el otro elfo se aferraba las manos al cuello para evitar desangrarse.

Paco rozo con su espada el suelo creando una leve nube de polvo y se abalanzó contra su oponente, clavándole completamente la espada en el pecho.

Se levantó lentamente y rematando al otro elfo, se encaró con el líder Zronak.

Cerina, que durante todo el rato había estado conjurando, tenía los ojos totalmente blancos, se levantó y colocándose junto a Paco susurro unas últimas palabras. Una luz surgió de sus ojos en dirección a la sacerdotisa, que al golpearla exploto en llamas. La luz perduro unos instantes y antes de que nadie pudiera reaccionar. Cerina se volvió hacia Paco y mirándole a los ojos, exploto en una burbuja de vacío. Al disiparse el polvo y al humo que todo aquello había provocado, los pocos superviviente, entre ellos Zronak, se dieron cuenta que tanto el libro, como la sacerdotisa de Slaanesh, habían ardido, así como Cerina, la cual yacía en centro de un gran cráter en varios trozos. Pero no encontraron ni rastro de Paco.

Algunos de los guardias comentaron más tarde que habían visto un rayo de luz salir hacia el norte…

Y así es como se logró acabar con el libro maldito, pero estamos aquí para explicar y solventar dudas, no para dejar flecos en la historia. Paco, no murió, claro que no, Cerina sacrifico su vida para darle una nueva oportunidad de luchar contra el mal, contra el caos, contra los enemigos de los humanos.

Preparo un conjuro que además de destruir el libro, lanzaría a Paco muy lejos de donde estaban.

Paco cayó al mar, en el golfo negro, y fue rescatado por unos pescadores Tileanos, que lo llevaron a Luccini, donde fue tratado de sus heridas en el templo de Shalya.

Paso varios meses en el templo, donde creyeron que era un mercenario como tantos otros que estaban luchando en las tierras del sur.

Cuando Paco recupero la consciencia, no recordaba nada, y su último recuerdo era de haber renunciado a su puesto como mercenario, y asumió que había sido lo último que había sucedido.

Tras recuperarse totalmente de sus heridas emprendió su viaje hacia el sur, hacia Middenheim, algo en su interior le indicaba que debía ir al norte, pero su mente estaba tan bloqueada que no recordaba el motivo. Aún quedan muchas preguntas, muchos porqués, pero todas esas dudas, debe resolverlas él, descubriendo todo lo que ha olvidado, todo lo que sucedió y volverá a suceder, pero el camino que le aguarda por delante aún es muy lago y ese camino comienza con su llegada a La ciudad del Lobo Blanco, donde comienza su nueva vida…

FIN... ?


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