Acérquense, damas y caballeros, acérquense a este humilde bardo, para escuchar una nueva historia, acérquense para escuchar cómo me uní a un grupo, cuanto menos, peculiar...

Sesión III:

No os sorprenderá saber que mi relato comienza, una vez más, en la torre de la Archimaga, donde Naltiria pide a Alix una nueva reunión a solas; la conjuradora parece interesada en entrevistarse individualmente con algunos miembros de la compañía.

Naltiria sabe utilizar las palabras adecuadas a cada oreja; solicita de Alix algo similar a lo que pidió a Neesa, pero utiliza otra aproximación. Ya no habla de brújula moral, si no de puntos de vista distintos y frescos, opiniones que la juventud del muchacho pueda aportar a un grupo con miembros más veteranos. A pesar del enfoque personalizado, él parece escéptico. Alix confiesa que desde la aventura de la Torre de Mhara, se encuentra perdido, sin saber muy bien qué pinta con este grupo, y más aun, qué pinta de aventuras. Se siente inferior a los demás miembros, siente que no aporta nada, que no tiene habilidades destacadas. Naltiria anima al chico, intentando que se valore más a sí mismo.

Tras ello, es el turno de Tenar. Aunque Naltiria quiere empezar la conversación dejando ver que busca una aprendiz de archimaga, la Alta Elfa no pierde un instante, y echa en cara a Naltiria su cambio de discurso respecto de la urgencia e importancia de centrarse en la búsqueda de los Tomos de Poder. Antes de la Torre de Mhara era todo prisa, y ahora, eso ha quedado en segundo plano, empañado por ponerse al servicio de la Emperatriz. Poco menos que cobarde, llega a insinuar Tenar. Naltiria se defiende exponiendo que ha cambiado su punto de vista, precisamente tras fracasar en el intento de leer el tomo que se encuentra al final del camino de Mhara. Hablan de varias cosas más, del grupo, de los dioses, de la vida pasada de Naltiria. La archimaga vuelve al tema de la búsqueda de aprendiz, pero Tenar no termina de interesarse, y ofrece a Naltiria algunas alternativas, en una sutil pero clara negativa a tomar a Naltiria como maestra.

¡Toc, toc! Tariq llama a la puerta de la torre, y Samara, como alma que lleva Maddusse, corre a abrir. Se va con él, a informar del éxito de la misión de la tumba de Varsovia Blosk. Tariq parece satisfecho, y Samara le pide que le asigne el mismo equipo en más ocasiones, pues se ha sentido cómoda con estos compañeros. El reionita, no obstante, no comparte este punto de vista dando alguna que otra evasiva, y diciendo que en cada misión se le asignarán compañeros adecuados. Ante la negativa, la halfling pide entonces recursos para entrar en el sancta sanctorum de Hyandora; Tariq esconde hábilmente su sorpresa, pero tiene que preguntar para qué querría Samara semejante cosa. La mediana parece poco dispuesta a revelar nada más, así que se zanja el tema dejándolo para más adelante. A cambio, Tariq ofrece una nueva misión en nombre de la Dulce Miel: Recuperar un cuadro y una carta. Markus Janssen está interesado en recuperar un cuadro de su propiedad, en el que se representa a una mujer desnuda tumbada en un diván, y una carta, probablemente de contenido comprometido. Ahora están en poder del Capitán Yzer “El Grande” que en su nave “El Aullido Negro” surca el Mar Escarlata ejerciendo la piratería. Su residencia está en la isla Espina Cruel. Además de recuperar dichos bienes, para que la misión sea considerada un éxito, y por tanto sea exigible la recompensa, se ha de castigar al capitán pirata. Tariq tiende a Samara una plancha dorada, con la que, tras cercenar la mano derecha del malandro, se debe cauterizar la herida. Eso hará que el miembro no sea recuperable, ni siquiera por métodos mágicos. Tariq da las señas a Samara del nuevo grupo operativo que la ayudará en esta delicada misión, más si cabe teniendo en cuenta que es muy posible que este sea uno de los capitanes que haya que convencer para unirse a la causa imperial. Su contacto será el “Jazmín Diabólico”, que encontrará en la posada “Delirio del Mar Escarlata”

De vuelta a la torre, Alix entra sofocado, y tras recuperar el aliento, pide que le acompañe alguien que sepa “regatear”. Llegan a la conclusión de que Naltiria es la mejor opción, pues además de sus dotes oratorias, su posición puede procurar algún descuento adicional en el comercio que sea. Pide también dinero, para comprar una belleza, una hermosura una… pistola, que cuesta más de cincuenta mil monedas de oro. Tenar, que parece la encargada de la economía del grupo, consulta su libro de cuentas y asiente, de modo que ambas mujeres acompañan al muchacho a ver a un dicharachero comerciante, que bien sabe vender su mercancía. Presenta a los potenciales compradores dos pistolas, una de las cuales es mágica, además de dos tipos de munición. Naltiria examina los bienes, y apela al patriotismo y sentido del deber del tendero. Parece satisfecha, pues el hábil vendedor está haciendo un importante descuento en el precio de mercado de las armas. Tras varios tiras y aflojas, Alix se hace con el arma mágica, y el tendero le regala su correspondiente funda. Alix, más feliz que un niño con zapatos nuevos, acaricia su nuevo juguete mientras camina de vuelta a la torre.

Al regresar a la edificación, Tenar busca a Samara, pues quiere tomar una copa con la halfling, y tener una amigable charla. La Alta Elfa abre un portal a una taberna apartada en medio de ninguna parte, piden sus consumiciones, y hablan distendidamente. Tenar comienza hablando acerca de su reciente conversación con Naltiria, y ambas parecen satisfechas de que la archimaga parezca estar dando un paso adelante como líder. Hablan también de los míticos tomos… Samara parece pensar que si el grupo es tan poderoso como para reclamar estos artefactos, ¿por qué deberíamos cambiar un mundo en que seríamos la élite? Está convencida de que Naltiria tiene una cruzada personal, lo que la está haciendo buscar ese poder con tanta tenacidad. Opina que quiere utilizarlo para cobrarse venganza contra lo que quiera, o quien quiera, que la hiciera daño. Tenar asiente asertivamente, y habla a Samara de aventuras pasadas del Crisol. Cuenta que todo iba más o menos bien hasta que una serie de malas decisiones, empezando por confiar en el druida Ah Puch como recipiente de un ente divino que buscaba venganza contra no-muertos, y pasando por la descabezada decisión de entrar a fuego y sangre en Funterish acabó por resquebrajar el Crisol Plateado. Samara sonríe de medio lado, alza su copa y contesta, “Ahora, somos una nueva compañía y hemos empezado bien así que, sigamos por ese camino” Ambas brindan y parecen estrechar sus lazos en privado. Regresan a la torre, y antes de retirarnos a descansar, encargan a los bardos que pensemos un nombre para la nueva compañía.

Amanece un nuevo y brillante día de Finnalander sobre Taneo. Propongo una serie de nombres para el grupo, se somete a votación, y finalmente se decide que seremos conocidos como “Los Caminantes sin Rostro”. Este es el día en que la Emperatriz ha de recibirnos en audiencia, para rendir cuentas de la misión en Bloskaya y recibir nuevas instrucciones. Tras la protocolaria espera, Anne I de Athanae nos recibe con exquisitos modales. Su discurso es ágil y su voz aterciopelada. Su presencia, ominosa y reconfortante al tiempo. Su sonrisa, cálida y altiva a la vez. Es sin duda una líder, me digo, una mujer fuerte que se ha hecho a sí misma.

Pero basta de obnubilarnos con tan prestigiosa anfitriona, centrémonos en las palabras que allí se dicen. Lo primero, la dignataria nos escruta rápidamente con la mirada. Sabe que han cambiado cosas, hay nuevos miembros en el grupo, faltan otros. Un rápido vistazo la basta por ahora, y pasa a felicitarnos por el éxito en Bloskaya, y ofrece la recompensa: una suma de dinero acordada, y siete anillos mágicos, para los miembros de la compañía que iniciasen la misión. Kaito no parece interesado en los bienes materiales, así que renuncia al suyo, otro de los anillos le correspondería a Hägar, el clérigo de Finnalis que abandonó la compañía en recientes fechas. Tenar recoge esos dos, y los añade al inventario común. Tras ello, nos presentamos como la nueva compañía “Los Caminantes sin Rostro”. Anne asiente satisfecha, y aprovecho mi momento para presentarme humildemente ante la emperatriz de todo Athanae, y esposa de Arduin “Voz de Plata”. Anne no parece impresionada, por supuesto, pero al menos he tenido la oportunidad de dirigirme a ella en primera persona.

La nueva misión, tal y como nos adelantó Naltiria, consiste en forjar alianzas para el Imperio: Alianzas nuevas y extrañas, como los Piratas del mar Escarlata. Esta alianza debe ser, nos dice Von Xavras, extraoficial, ya que no sería beneficioso para la reputación que quiere para el Imperio; no obstante, es necesaria, pues todo esfuerzo que hagan los piratas por estorbar y saquear al Imperio de Hiranae será en beneficio de Athanae. Aunque es prácticamente seguro que debamos negociar con Konju Xu’an, tampoco se la considera oficialmente la líder de los piratas, que no tienen en realidad tal cosa. La naga “reina” en el atolón de Istandria, quizá el puerto más importante del Mar Escarlata. Para este cometido, la Emperatriz nos ofrece un cofre con tres millones de monedas de oro, como material para negociar con Xu’an. En esa cantidad va implícita la recompensa, esto es, nos podremos quedar con todo cuanto sobre de esa suma. Para emprender este viaje, nos ofrece los servicios de la Capitana Sharteen Tiffon, famosa pirata que siempre ha estado en buenos términos con los Von Xavras. Ahora, Anne quiere un paso más: que la díscola capitana acepte un cargo de Almirante de los mares del Sur. Para ello, nos entrega dos pistolas doradas, que Alix observa con fascinación: Son una revolución tecnológica, capaces de disparar proyectiles a una velocidad nunca antes vista. Además, la misma caja contiene el uniforme de Almirante Imperial. A pesar de que Anne asegura que Sharteen estará muy interesada en estos objetos, se trata de un alma libre que no aceptará fácilmente someterse al orden militar, o siquiera a una bandera. La diplomacia ha de ser la mejor aliada. Por último, nos informa de una reunión concertada con la matriarca drow. Ya ha cooperado con ella durante la plaga, pero fueron acuerdos puntuales. Será también tarea difícil llegar a un acuerdo más o menos estable, pero nos asegura que hay terrenos comunes en los que se puede trabajar. Para esta misión, y como pago adelantado, nos ofrece una Capa mágica a cada uno, además del cetro que portará el embajador designado. De nuevo, Kaito renuncia a la suya, de modo que Tenar la guarda. Las capas, además de propiedades mágicas, llevan visible el emblema del Imperio, y nos identifica como embajadores de Athanae. Nos dice la emperatriz, que la matriarca es una mujer rica, poderosa y tremendamente orgullosa, razones por las cuales la negociación no será sencilla. Domina toda la infraoscuridad de Hiranae, pero su influencia se extiende también a Athanae y otros continentes bajo el suelo. La reunión, nos asevera nuestra mecenas, tiene garantizada la seguridad, pero el resto de la infraoscuridad corre de nuestra cuenta. Para llegar a la reunión, vamos a tener una escolta drow de naves tipo Incursor. Aunque el convoy estará al teórico mando de Sharteen, es muy probable que no la haga ninguna gracia tratar con los drow. Ishizake Hatsume será nuestro contacto, y nos reunirá con Vithanti Kismeth en la ciudad infraoscura de Kri’Xia. Anne advierte mucho a Samara acerca de los riesgos que está asumiendo aceptando el puesto de embajadora imperial, pero ella sigue decidida. Antes de finalizar la audiencia, Neesa tiene una petición para la emperatriz, así que le cuenta el problema que acucia a su poblado de hadas en Zhargosh: Una tribu de amazonas seguidoras de Punniena amenaza la vida pacífica de las criaturas faéricas. Anne asiente condescendiente, y asegura a Neesa que se encargará del problema mientras nosotros nos dedicamos a resolver nuestra misión.

Samara y la Emperatriz se reúnen a solas, para que la mandataria resuelva cualquier duda que la mediana pudiera tener acerca de cómo actuar una vez tome cargo de sus nuevas responsabilidades. La única línea roja que la Emperatriz pone es ahorrar sufrimiento innecesario a la población del Imperio, cosa que parece molestar a Samara, que tendrá que buscar alternativas a algunas de las ideas que le rondaban la cabeza. Entre ellas, el acuerdo con el capitán Misha de Bloskaya. Para evitar males mayores, pide a la emperatriz que le aleje a él y sus hombres del frente… cosa que Anne accede a hacer, de momento.

Sharteen nos espera en Gecko, al sur de Zhargosh. Neesa quiere, aprovechando el viaje, visitar su poblado. Allí informa con gran alegría de que la Emperatriz en persona va a tomar cartas en el asunto de las amazonas, pero los congéneres del hada no comparten su entusiasmo. No gustan de que extraños se inmiscuyan en sus asuntos, y desconfían de las soluciones que puedan traer. Tremendamente decepcionada por la reacción de los suyos, Neesa regresa con el grupo, cabizbaja, y emprenden nuevamente el camino a Gecko, para encontrarse con Sharteen Tiffon. Voto a Fortunna, que la aventura comienza de verdad...

 

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