Después de
llegar con la nave al punto de encuentro con Aarch y de tomar las medidas de
seguridad oportunas para comprobar q no éramos espías imperiales y cosas
similares, tomamos un rumbo para nosotros desconocido hasta una base rebelde.
Los primeros
días fueron bastante locos. Gente rara de un lado para otro con cajas y
suministros, más gente rara mandando a otros a hacer cosas, más gente rara
enseñando a usar lanzaluces, una locura total.
MDK31 me
contó que Aarch al parecer es Julius Andor y que estaban interesados en las
cosas que hacía Brand antes de que lo mataran. Según me dijo ha intercedido
para que seamos reconocidos como individuos libres para la rebelión, pero que
debemos de tener cuidado ya que este tipo de situación no es reconocida en la
galaxia, asi que nos ha dicho que ante cualquier incidente MDK31 es propiedad
de Franky Sky.
Después de
unos días de alojarnos en la nueva base y de poner a prueba nuestras aptitudes,
Julius ha decidido asignarnos como tripulantes de una nave espicial
llamada la "Reina Estelar" y que la líder es una Tuilec
llamada Lizene, una chica muy muy rara verde y con cuernos raros.
La misión
consistía en esquivar de una forma disimulada unos cuantos controles imperiales
para llegar al planeta Tinnel, cerca de Corellia, allí deberíamos recoger a un
grupo de refugiados y traérnoslos a la base Rebelde para alistarlos y
colocarlos en zonas seguras. Según decían no tendríamos demasiados problemas ya
que tendríamos permisos para atravesar el núcleo sin levantar sospechas
imperiales.
Los primeros
días de viaje fueron bastante raros. Lizene entró en el puente de mando cuando
MDK31 y yo ya estábamos allí, y como ella tardó más de lo habitual, nos pusimos
a charlar y montar nuestros cachivaches mecánicos. A pesar de que los jefes de
la rebelión le habían dicho a Lizene que yo era piloto, y que MDK31 tenía
instalados sistemas de astronavegación, ella enseguida se puso a los mandos de
la nave.
-Espera –
empecé a hablar, yo sé…
-Seguid con
lo vuestro, chicos, yo me encargo de este trasto. Nos dedicó una breve sonrisa
y se puso a hacerlo ella todo, mientras yo intentaba ponerme en el puesto del
piloto.
-Pero yo soy
piloto, y MDK31 sabe astronavigar.
-De verdad,
no es necesario… ¿Franky, era tu nombre? Sigue con lo que estabas.
Como la vi
tan decidida, me encogí de hombros, asentí con la cabeza, y no dije nada.
Pasaron los
días y Lizene cada vez se encontraba más cansada, lo hacía absolutamente todo,
comprobaba la astronavegación, pilotaba la nave, estaba al tanto de las
comunicaciones incluso llego a intentar reparar unos pequeños desperfectos en
la sala de mando. MDK31 y yo nos pasamos todo el tiempo charlando o jugando
entre nosotros. De vez en cuando, alguno de los dos intentaba ser de utilidad,
pero como si nos tuviese vigilados, Lizene aparecía de la nada y se ponía a
hacerlo ella. “Seguid con lo vuestro” Sonrisa, y se ponía a trabajar. A estas
alturas, las ojeras eran claramente visibles, y de vez en cuando la veíamos
cabecear, una vez incluso, a los mandos de la nave, y estuvo a punto de
estrellarnos. Por suerte, toqué la palanca adecuada justo a tiempo, mientras
ella despertaba y ni llegó a darse cuenta.
Por fin
llegamos al planeta Tinnel y al lugar que nos habían marcado para hacer la
recogida. Lizene estaba agotada, solo podía suspirar y a duras penas consiguió
aterrizar la nave espicial con algún movimiento brusco y un sonoro golpe
al tocar tierra. Nos dijo que no bajásemos de la nave y que ante cualquier
problema la avisásemos por radio mientras ella hacía un reconocimiento de la
zona y buscaba al grupo de refugiados para largarnos de allí lo más rápido
posible, así que eso fue lo que hicimos.
Esperamos
durante horas hasta que se hizo de noche yo decidí acostarme y MDK31 se quedó
de guardia, en algún momento de la noche desperté con el sonido muy fuerte y
MDK31 comento que había una explosión, con los sensores de la nave, descubrió
que 17 formas de vida al parecer enfrentadas en conflicto estaban luchando,
detectaba a Lizene en uno de los bandos y según los escáneres sus constantes
vitales estaban cayendo rápidamente y pronto quedaría inconsciente.
Era el
momento de actuar y de actuar con rapidez y contundencia. Despegamos con la
nave espicial y en vuelo rasante y a toda velocidad interpusimos la nave
en medio del fuego cruzado. Utilizando los cañones frontales creamos una
distracción suficiente para alejar el fuego enemigo y permitir que los
refugiados subieran a través de la bodega de carga. Lizene no se encontraba
entre ellos así que cogí mi lanzaluces y salí de la nave por una pequeña
compuerta del sistema de aterrizaje mientras los refugiados continuaban con el
fuego y algunos utilizaban las torretas de la nave.
Corrí hacia
el noreste del campamento, Lizene se encontraba detrás de unos contenedores y a
duras penas sujetaba su arma para disparar impidiendo que los esclavistas
tomaran mejores posiciones, sangraba por un hombro y tenía varios impactos por
el cuerpo, al parecer después de soltar a los refugiados había hecho de cebo
para que ellos pudieran escapar quedándose ella en una posición muy delicada.
Cambié de ubicación y me di cuenta de que un esclavista la estaba flanqueando,
hubo una explosión y era el momento, corrí hacia Lizene y la inyecté un
estimulante, sus ojos se abrieron como platos para observar cómo sacaba mi
lanzaluces y después de recibir un impacto en el pecho le saltaba la cabeza al
esclavista que corría hacia nosotros con una vibrohacha a punto.
- Rápido
capitana, debemos irnos en la nave espicial.
Apoyándose
en mi hombro corrimos todo lo que pudimos hacia la nave, disparamos en todas
direcciones y cuando llegamos a la apertura de la bodega de carga MDK31 estaba
para recibirnos y atender a Lizene.
- Tengo que
llegar a la cabina para despegar -susurró Lizene con voz débil. El tono de su piel se había apagado a causa
de la pérdida de sangre.
- Yo me
encargo de eso -dije- Tengo un modo más rápido de llegar a la cabina.
Un pequeño
guiño y salí corriendo a todo lo que me daban mi cortas y peludas piernas para
colarme por el compartimento de aterrizaje y llegar a la cabina a través de una
escotilla.
- A todo el
personal de la nave -sonó la voz de Franky por los altavoces de la nave-
Preparados para salir pitando de aquí en 3, 2, 1, YEAWWWWW!!!!!
- MDK31, te
necesito para los cálculos de salto en la cabina. "Kuissssgghh"
sonido de compuerta.
Lizene
apoyada en MDK31 con los ojos cansados y llenos de incredulidad se deja caer en
el sillón de mando, MDK31 se coloca en el sillón de operador a introducir
dígitos y coordenadas mientras yo me divierto con mis palancas favoritas
preparando la nave para saltar rumbo a la rebelión.
- Vaya, creo
que aún tengo que aprender a confiar en los demás- dijo Lizene, mientras se
agarraba su herida en el hombro- No volverá a ocurrir, compañeros.
- No hay
problema Capitana, ehhh perdón por lo que hay en su almohada, tampoco volverá a
ocurrir jijiji.
- Llámame
Lizene. Lo de Capitana me suena demasiado militar. He conocido muchos
capitanes, y casi ninguno me caía bien… ¿A qué te refieres con lo de la
almohada?
- Cálculos
de Astronavegación listos – sonó la voz metálica de MDK31- Capitana Lizene, es
momento de que me acompañe a la enfermería.
- Lizene a
secas, MDK. Piloto Franky, la nave está en tus... ¿manos?
Horas
después ...
-
¡¡¡Franky!!! MALDITO ROEDOR GUARRO Y ASQUEROSO!!!! VAS A DORMIR EN EL
COMPARTIMENTO DE BASURAS DURANTE EL RESTO DEL VIAJE!!! - vocifera Lizene al
intercomunicador de su camarote.
- Franky, ya
te dije que depositar tus excrementos en su almohada no sería una buena idea.
[risa metálica]
- Este… Bueno, ya se la pasará… espero. ¡Se lo
tiene merecido por no dejarnos hacer nuestro trabajo!
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